Todo el esplendor de Bach en clave de tributo
- Escrito por Victor Pais
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Ante una numerosa concurrencia, los músicos de Proyecto Bach Buenos Aires, agrupación que dirige Jorge Lavista y que transita su décimo año de existencia, ofrecieron en la Sala Argentina del Centro Cultural Kirchner un concierto en conmemoración y tributo a Mario Videla, organista, clavecinista e imprescindible difusor de la música de Johann Sebastian Bach en la Argentina, y también al barítono Alejandro Meerapfel, ambos recientemente fallecidos.
El programa estuvo constituido exclusivamente por obras del celebérrimo compositor alemán: las cantatas Rey del cielo, bienvenido (Himmelskönig, sei willkommen, BWV 182) y Adórnate, alma querida (Schmücke dich, o liebe Seele, BWV 180) y la Sonata en trío en sol mayor para flauta, violín y continuo (BWV 1038).
Cultores de la “interpretación históricamente informada de música vocal e instrumental de Bach y sus contemporáneos”, modalidad que tuvo a Mario Videla como un pionero en estas latitudes y que es la que hoy identifica a las agrupaciones más prestigiosas del mundo que se dedican al abordaje de las partituras barrocas, Lavista y sus dirigidos honraron con su excelencia artística el exquisito repertorio elegido.
Todo resultó cautivante. Desde el mismo inicio, con los compases de la parsimoniosa sonata inicial de la cantata 182. Y las conmovedoras arias, como aquella en la que dialogan en un primer plano la voz de la contralto con la flauta dulce. Y la pieza instrumental que fue ejecutada por una formación más reducida entre ambas obras vocales. Y la radiante polifonía del coro inicial de la cantata 180. Y así, todo, hasta el austero coral con que esta última culmina y que fue a su vez el punto final del concierto.
“Mario tuvo mucho que ver con todos nosotros, los jóvenes y los viejos, respecto del impulso que nos dio en lo que nosotros llamamos música antigua, resumidamente, eso de hacer música con instrumentos de la época para la cual la música fue hecha”, expresó Lavista desde el escenario antes de que se iniciaran los primeros compases del concierto. Y subrayó: “Mario es la persona que más prestó atención de todo el medio en este revival de la música antigua que se generó en Europa por los años 50. Muchos nos hemos ido a estudiar eso afuera porque aquí no había espacio y fue Mario justamente quien empezó a recibir a los grupos que estaban en boga y tuvimos la suerte de verlos, muchos de ellos ya hoy fallecidos, y eso fue Mario”.
Asimismo, Lavista recordó a Meerapfel como “un querido colega, cantante amigo de muchos de nosotros” y con quien “la mayoría de nosotros hemos compartido más de una anécdota y más de un escenario”.
La formación de Proyecto Bach Buenos Aires estuvo constituida en la ocasión por Gustavo di Giannantonio, Nicolás Toneatto y Darío Zappia en violines; Paula Weihmüller y Lucas Soria en violas; María Jesús Olóndriz en cello; Hermann Schreiner en cello piccolo; Hernán Cuadrado en contrabajo; Eugenia Montalto y Pamela Monkobodzky en flautas dulces; Gabriel Pérsico en flauta travesera; Marisa Schmidt en oboe; Horacio Laría en oboe da caccia; Azul Chiavia en fagot; Matías Lanz en órgano; el mencionado Lavista en clave y dirección; y los cantantes Marisú Pavon (soprano), Mattea Musso (alto), Pablo Pollitzer (tenor) y Sergio Carlevaris (bajo).
El concierto se realizó con apoyo de la Embajada de Alemania.