No a la violencia contra la mujer
- Por Tras Cartón
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La conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer dio lugar a distintas manifestaciones.
Como se sabe, la fecha fue instituida en 1981 por el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe realizado en Bogotá, Colombia, en homenaje a la memoria de las hermanas dominicanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, decididas opositoras a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y emboscadas y asesinadas por orden de este el 25 de noviembre de 1960, cuando regresaban de visitar a sus respectivos esposos, encarcelados por oponerse también al régimen.
De acuerdo con lo anunciado, en distintos puntos del país se organizaron marchas y movilizaciones. En la realizada en la ciudad de Buenos Aires, los asistentes se concentraron en la Plaza del Congreso y caminaron hasta la Plaza de Mayo. No fue muy numerosa: participaron, en su mayoría, miembros de partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales y estudiantiles, y no alcanzó la convocatoria de marchas similares en otras ciudades.
Primer Registro Nacional de Femicidios
Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación presentó el Primer Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina.
Según se informó, el documento fue elaborado a pedido del máximo tribunal por la Oficina de la Mujer a cargo de la jueza Elena Highton de Nolasco, quien requirió la colaboración de todas las jurisdicciones del país.
“Se carecía de una palabra para expresar la forma más extrema de violencia contra las mujeres, producto de las relaciones inequitativas entre los géneros, por eso, fue necesario acuñar un nuevo término: femicidio. Concebir de esta forma los asesinatos de mujeres por razones de género permite una comprensión más profunda del fenómeno y sus causas, entre ellas un componente social que pone el eje en el hecho de que todas las expresiones de violencia contra las mujeres están arraigadas en construcciones de poder que ordenan las relaciones sociales entre hombres y mujeres”, explica el informe en su introducción.
Según hace saber después, hasta su elaboración, “en la República Argentina no existían estadísticas oficiales al respecto”. Menciona seguidamente que “desde el año 2008, la Asociación Civil La Casa del Encuentro realiza un conteo a partir de las noticias publicadas en 120 diarios de distribución nacional y provincial y las agencias de noticias DYN y Télam”, y que “en el año 2009, estableció el Observatorio de Femicidios en Argentina ‘Adriana M. Zambrano’”.
“Destacando la solvencia y calidad con que esta organización ha producido los informes durante estos años”, añade, ”su arduo trabajo no dispensa las obligaciones del Estado nacional que, además del mandato legal, debe dar cuenta frente a los organismos de monitoreo de las convenciones internacionales de la cantidad de femicidios ocurridos en nuestro país”.
El registro comprende todas las causas por homicidio de mujeres (niñas, adolescentes y/o adultas) ocurridos en el año 2014 perpetrados por varones por razones asociadas con su género, hayan sido o no tipificadas como femicidio.
Así, se consideró femicidio a la muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal; en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión.
Las cifras
De los datos relevados surge que el total de víctimas asciende a 225 y que el de imputados es de 228. En algunas causas se registra la participación de más de un imputado.
En cuanto a la edad de las víctimas, el 42% de ellas tenía entre 21 y 40 años al momento de ser asesinada. La edad no está disponible en el 23% de los casos.
El informe puntualiza por otra parte que, pese a su escasa representatividad en términos de porcentajes, resulta imposible soslayar el femicidio de siete niñas menores de 10 años, cinco de entre 11 y 15, y ocho adolescentes de 16 a 20 años.
Con respecto a la edad de los imputados, precisa que el 49% de los crímenes fue perpetrado por varones mayores imputables comprendidos en el rango etario de 19 a 40 años, que el 20% de los victimarios tenía entre 41 y 60 años y que la edad del imputado no está disponible en el 20% de los casos. Destaca además la imputación de tres adolescentes menores de 16 años y de diez comprendidos en la franja de 16 a 18 años.
Con referencia al vínculo entre víctimas e imputados, el informe señala que el peligro acecha en el entorno cercano a la víctima, pues solo un 7% de los femicidios fueron cometidos por extraños, y que el máximo peligro lo representan las personas con quienes se mantiene o ha mantenido un vínculo sentimental (parejas, ex-parejas, novios, maridos, convivientes), puesto que de este círculo íntimo proviene el 57% de los femicidios, que sumado a familiares y conocidos indica que al 75% de las mujeres las mató algún allegado. No se dispone de datos para dar cuenta del vínculo entre víctima y victimario en el 18% de los casos.
Así, se pudo establecer que 132 crímenes fueron cometidos por las respectivas parejas de las víctimas, 27 por familiares, 15 por conocidos y 16 por extraños.
Otro dato importante es que del total de expedientes, en al menos 30 casos se pudo corroborar la existencia de denuncias previas por violencia de género respecto del mismo imputado.
En cuanto a la distribución territorial, la mayor proporción de femicidios corresponde a provincias del norte. Chaco encabeza la lista con 2,62 víctimas por cada 100,000 mujeres, y le siguen Salta con 2,41 y Santiago del Estero con 1,95. La ciudad de Buenos Aires puntúa un índice de 0,86, y La Rioja y Catamarca no registran femicidios.
En la ciudad de Buenos Aires
En lo que hace específicamente a la ciudad de Buenos Aires, un estudio realizado por la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno local permite establecer que en 2013 los Centros Integrales de la Mujer (CIM) asistieron y acompañaron durante todo el año a casi 2.400 mujeres en la búsqueda de estrategias que les permitieran salir del círculo de violencia familiar.
Asimismo, surge que aproximadamente un 85% de las mujeres sufren violencia dentro del entorno de una convivencia, y que de entre las mujeres agredidas que conviven con su victimario, el 30,3% corresponde a un período de convivencia de 1 a 5 años y otro porcentaje igual al período de 16 años y más. En un 34,3% las mujeres son agredidas por sus ex-parejas.
Con respecto al nivel educativo de los agresores se destaca la presencia mayoritaria de hombres que asistieron al secundario, representando un 55,4% de la población asistida. El 21,5% lo hicieron en el nivel primario, el 16,1% al nivel terciario y por último solo el 7% asistieron al nivel universitario, y en contraste con las mujeres asistidas, se advierte que en todos los niveles son mayoría los hombres que completaron sus estudios.