Boicot a supermercados
- Por Tras Cartón
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Bajo la consigna “SuperVacíos” se cumplirá hoy la jornada de boicot a los supermercados convocada por la CTA Autónoma, la Asociación de Consumidores Libres y la Defensoría del Pueblo de la Tercera Edad.
Según los organizadores, “la campaña apuesta a ser protagonistas del debate en torno a la inflación creciente que sufre el pueblo argentino”. Sostienen asimismo que “mediante esta medida pueden ser los trabajadores, consumidores y la ciudadanía en general quienes, de manera pacífica, denuncien a los formadores de precios que aumentan el precio de los productos a diario por un lado y, por otro, exijan al gobierno nacional que implemente políticas activas en contra de la inflación”.
En ese sentido, un comunicado conjunto suscripto por los respectivos titulares de esas organizaciones, Pablo Micheli, Héctor Polino y Eugenio Semino, insta a que “los consumidores de todo el país nos abstengamos de realizar compras en grandes cadenas de supermercados”, destacando que “los súper vacíos darán el mensaje pacífico pero elocuente de una ciudadanía cansada ante la inflación y la suba permanente e injustificada de precios”.
Y aclara: “Dejar de comprar por un día no es la solución, pero estamos convencidos de que será un claro mensaje para los grandes comercios que abusan de la gente”.
Por otra parte, los nombrados ofrecieron ayer en la sede de la CTA, ubicada en la calle Lima 609, una conferencia de prensa para dar detalles y explicar los fundamentos y objetivos de la medida, que tendrá alcance nacional.
Asistieron el senador Fernando “Pino” Solanas (Proyecto Sur); las diputadas nacionales Margarita Stolbizer (GEN), Victoria Donda (Libres del Sur) y Gabriela Troiano (Partido Socialista); el legislador por Santa Fe de ese partido, Rubén Giustiniani; el titular de la Federación Agraria Argentina, Omar Príncipe; el secretario general de la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados, Marcos Wolman; el referente de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico y ex subsecretario de Transporte, Ricardo Cirielli, y otros dirigentes y miembros de organizaciones gremiales, sociales, estudiantiles y de consumidores.
En la oportunidad se ratificó “la apuesta a que ese día [por hoy] la ciudadanía en general exprese un fuerte mensaje al no comprar nada a las grandes cadenas de supermercados que fomentan la inflación, pero también al Gobierno nacional, que no ha tomado medidas al respecto”.
Asimismo, se anunció la adhesión de la CGT que conduce Hugo Moyano y de la CTA que responde a Hugo Yasky.
Los discursos
En primer término habló Micheli, quien consideró que el boicot “es una demostración de unidad en una acción que no cuesta nada más que no ir a los hipermercados y parar así con la voracidad de los remarcadores de precios, pero también un llamado de atención al Gobierno que ante el abuso de los precios no toma ninguna medida, y responde con tarifazos y ajuste que recaen sobre los trabajadores y el pueblo en general”.
Después de destacar el “abuso en el encarecimiento” de los distintos artículos, exhortó a “todos los argentinos” a participar de “la medida colectiva” que, dijo, “permitirá continuar en este avance importante entre sectores diversos”.
Confió en que la medida “sirva para que los supermercados sepan que no pueden seguir abusando”, tras lo cual extendió sus críticas al Gobierno que, opinó, “no puede estar ausente de esta manera”.
Por último, y con respecto a futuras medidas, anunció: “Estamos en camino de avanzar en un plan de acción porque hay mucha preocupación con todo lo que estamos atravesando”.
Por su parte, Semino se refirió a la situación de los jubilados frente a los aumentos. Señaló que aquellos siguen siendo “un sector postergado” y remarcó que “no puede haber una sociedad que les dé menos a los que más necesitan, y lo aceptemos pacíficamente”.
Cabe recordar en ese sentido que, según cálculos de la Defensoría, la canasta básica mensual del jubilado ya supera los $11.000, en tanto que más de la mitad cobra el haber mínimo, fijado en marzo último en $4.959, y no habrá nuevas actualizaciones hasta septiembre.
Así, Semino puso de manifiesto “la imposibilidad de los jubilados de costear con su haber el costo de los alimentos y de los medicamentos”.
También Polino denunció la remarcación de precios en los alimentos de primera necesidad y en los medicamentos, y subrayó el fuerte impacto que estos aumentos tienen en la vida de los jubilados. “Es muy importante que hoy nos encontremos en esta mesa junto con Pablo Micheli y Eugenio Semino ya que los trabajadores y los jubilados son los más afectados por los aumentos desmedidos”, dijo.
Con relación al boicot, aclaró que “no tiene por finalidad afectar el nivel de rentabilidad de las grandes cadenas, sino demostrar de manera pacífica y solidaria que los consumidores están hartos y disconformes con las constantes remarcaciones de precios”.
Por último, manifestó: “Pretendemos, ante el éxito que tendrá la medida, que el Gobierno tome cartas en el asunto y se decida a cumplir con las leyes de defensa del consumidor, lealtad comercial y abastecimiento y cree un observatorio de precios, además de sancionar las conductas antisociales que lesionan la calidad de vida del pueblo”.
Invitados a hablar, los legisladores presentes coincidieron en reiterar su adhesión al boicot, cuya importancia como “herramienta del pueblo” destacaron.
Así, Stolbizer advirtió que “hoy la sociedad está acuciada por la problemática del empleo, la depreciación de salarios y la no modificación del impuesto a las ganancias”, y que “hay una agenda social desatendida”.
A su vez, Donda opinó que “los formadores de precios distorsionan los precios para seguir llenándose los bolsillos y concentrando más la riqueza”, y que el Gobierno les permite “hacer lo que quieran”.
Por su parte, Solanas habló de “la enorme injusticia que es aplicar estos tarifazos al tiempo de continuar las políticas de Cristina y Kicillof de subsidiar de manera escandalosa a las corporaciones petroleras”, y denunció que “además de la especulación sobre los alimentos y los precios de los medicamentos está la absoluta falta de control”, porque “hay un Estado que no controla nada”.
A su turno, Giustiniani previó que el boicot resultará “una sorpresa, porque hay mucha bronca en los sectores populares” producto de “una combinación de devaluación, suba de tasas de interés, tarifazos y aumento indiscriminado de los precios, que no tiene otro nombre que ajuste salvaje”.
Finalmente, Príncipe explicó: “Los pequeños productores no somos formadores de precios ni responsables de la inflación, sino todo lo contrario. Junto a los consumidores, somos rehenes de la industria y la comercialización”.
Dijo también que “lo que reciben los pequeños productores de los alimentos que producen está por debajo de los costos de producción, y luego existe una distorsión de precios enorme, que supera, en algunos casos, 20 o 30 veces el valor original”.
Y apuntó a la “responsabilidad del Estado, que tiene que poner en forma urgente en su agenda una reforma impositiva”.