Exitoso segundo boicot a supermercados

Obtuvo gran adhesión por parte de los consumidores el segundo boicot a las grandes cadenas de supermercados, que tuvo lugar el martes último con la misma consigna del primero, “SúperVacíos”, y fue convocado, al igual que aquel, por la CTA Autónoma, la asociación Consumidores Libres y la Defensoría del Pueblo de la Tercera Edad, acompañados en esta oportunidad por la Federación Agraria Argentina y los partidos GEN, Libres del Sur y Socialista, entre otras organizaciones.

Según informó la CTA, se pudo “observar la merma de más de 85 % en las ventas de los grandes supermercados en los centros urbanos”. De este modo, el acatamiento superó al alcanzado por el primer boicot, realizado el 7 de abril último, ocasión en que, de acuerdo con las estimaciones, la reducción en las ventas fue del 80 %.

Asimismo, el nuevo boicot alcanzó mayor extensión territorial, pues se hizo sentir en ciudades del interior donde el primero no había tenido una respuesta tan contundente.

En su evaluación, las organizaciones convocantes consideraron “como un éxito rotundo y de masiva participación la segunda edición” de la protesta, que atribuyeron al “impacto de la suba de combustibles, del costo final de los servicios públicos y la permanente remarcación de los precios” los que, opinaron, “han conmovido a personas y organizaciones de las más divergentes y plurales posiciones políticas y sectores sociales” quienes, “unificados bajo el lema ‘#SúperVacíos’, han encontrado una forma pacífica de participación para manifestar su descontento, cansados del abuso”.

Por su parte, el presidente de Consumidores Libres, Héctor Polino, formuló declaraciones periodísticas en las que observó que en esta oportunidad, a diferencia de la anterior, los supermercadistas “no cometieron el error” de anunciar grandes ofertas para hacer desistir al público de adherir al boicot. En su opinión, el error consistió en poner en evidencia que “si pueden hacer semejantes descuentos, es porque tienen márgenes de ganancia exorbitantes”.

Manifestó además que las protestas contribuyeron a que “se empezaran a difundir las diferencias entre los costos de producción y los precios finales, que en muchos casos llegan al 250 %”.

El referente de los consumidores no descartó la convocatoria a nuevas medidas de este tipo. “No podemos seguir tolerando en silencio este empobrecimiento de vastos sectores de la sociedad argentina y que cinco grandes cadenas de supermercados, de las cuales cuatro son de capital extranjero, estén imponiendo precios abusivos y exorbitantes”, enfatizó.

A su vez, para el titular de la Defensoría de la Tercera Edad, Eugenio Semino, “estamos frente a una situación inusitada, en que alimentos que salen del productor a un peso se venden a cincuenta” y destacó “cómo se manejan esos precios dentro de las cadenas, donde un día valen el doble y otro día sufren descuentos del 100 % en la tercera unidad y del 70 % en la segunda, vale decir una mezcla de especulación financiera que va condicionando los precios y a su vez tracciona los de almacenes y supermercados más pequeños, que se ven arrastrados detrás de estos formadores”.

En cuanto al sector que representa, Semino puntualizó: “Estamos en una situación muy difícil, desde hace ya diez años nosotros  calculamos la canasta de los adultos mayores dos veces por año y el último cálculo, efectuado precisamente en mayo de este año, nos daba 11.000 pesos sumando alimentos muy elementales; si los comparamos con las jubilaciones que están en 5.460 pesos, vemos que el jubilado no logra cubrir el 50 % de esa canasta”.

Advirtió seguidamente que “para el adulto mayor, los alimentos para regímenes son imposibles de consumir, los hiposódicos y los hipocalóricos son los que más han aumentado y los que están fuera de todo programa de precios cuidados, controlados y lo que fuere”.

Aclaró que los medicamentos “no tienen que ver con la medida”, pero declaró que “los aumentos son inusitados” y ejemplificó: “El enalapril, que es una monodroga para tratar la hipertensión, aumentó el 144 % en los últimos tres meses, y un medicamento de uso frecuentísimo que puede pasar inadvertido, que es la aspirineta, de la cual se consumen no menos de 10 millones de comprimidos por día, aumentó el 150 %”.

Semino definió a esta situación como “un verdadero disparate que hace imposible la vida del adulto mayor, y que queda inobservado por parte del sistema político en general, porque el sistema político termina alimentado, en términos de sus propias campañas, por los grandes laboratorios”.

Por otra parte, en un comunicado dado a conocer por las organizaciones convocantes, éstas pusieron el acento en “la suba del precio de los combustibles del 10 % que rige a partir del corriente mes de mayo, el cuarto aumento en lo que va del año y que resulta un acumulado del 30 % durante el 2016 además de un duro golpe a los bolsillos de los consumidores directos de dichos productos”.

Remarcaron que esa suba “impactará gravemente en la escalada inflacionaria que viene creciendo sin control alguno desde noviembre del pasado 2015” y denunciaron que “no hará más que impulsar el incremento en los precios de los productos en general y sobre todo los que componen la canasta familiar”.

Además, instaron al Poder Ejecutivo Nacional a “que tome medidas con carácter urgente para revertir este aumento injustificado que sólo logrará dañar el poder adquisitivo de quienes habitamos el territorio argentino” y reiteraron públicamente “el pedido de reunión al presidente Macri del cual”, dijeron, no han tenido aún respuesta alguna.