120 años de una roja pasión (I)
- Escrito por Victor Pais
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La Asociación Atlética Argentinos Juniors, que desde hace casi una centuria echó definitivamente sus raíces y su suerte en el barrio de La Paternal, cumple hoy sus primeros 120 años. Sobre su riquísima historia nos ilustró Javier Roimiser, quien desde fines de 2019 es director del Departamento de Historia y Estadística del club y desde 2002 miembro del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol.
Plagada de gran cantidad de curiosos y épicos sucesos, la historia de Argentinos Juniors tiene en Javier Roimiser a uno de sus más autorizados y apasionados divulgadores. Médico generalista de profesión, aficionado desde chico a las revistas de fútbol, desde hace casi treinta años que la investiga con rigor profesional, más precisamente desde que se produjo el descenso del club a la Primera B Nacional en 1996, impulsado por la motivación de que el mal momento no operara como manto de olvido de lo sembrado desde los orígenes. Fue así que empezó a acopiar material y a “buscar y conseguir cosas más antiguas, que son las más complicadas”.
–Tu afán por la investigación te fue llevando a terrenos poco explorados…
–El gran agujero negro era el amateurismo. Y a través de varios libros, sobre todo de uno muy importante que se llama Historia del Fútbol Amateur en la Argentina, de Jorge Iwanczuk, me metí en la parte de 1931 hacia atrás, que es un mundo increíble. Cuando uno se mete en ese mundo es difícil salir, porque es muy interesante saber cómo se creó el fútbol argentino a través del fútbol inglés. Es fascinante. Y Argentinos es uno de los pioneros de la primera década del siglo XX. Es muy bueno ver cómo se fundó, cómo fue avanzando en diversas categorías para llegar a la Primera División en 1922. Y su rica historia con la Primera División y con la selección nacional. Porque ha habido jugadores de excelencia en varias de las décadas del fútbol argentino, donde Argentinos con Maradona llegó a lo más lejos del mundo.
–El origen de Argentinos Juniors tiene cosas en común con el de muchos clubes también surgidos en esa época. Se sabe que es producto de la fusión de dos equipos de barrio: Mártires de Chicago y Sol de la Victoria.
–Exactamente. Estos dos equipos eran de la zona de Villa Crespo. En esa época era muy común los desafíos para progresar o para hacerse conocidos. Y un equipo llamado Catedral Porteño, que jugaba en la liga de Villa Crespo, era muy famoso en el barrio. Tenía la sede en la calle Vera al 400. Mártires de Chicago sabía que con los valores que tenía no le alcanzaba, entonces llama a la gente de Sol de la Victoria y le dice “vamos a juntar los mejores de nuestros dos equipos para jugar contra Catedral Porteño”. Consiguen jugar en lo que hoy sería la intersección de Avenida San Martín, Añasco y Luis Viale. Había un terreno ahí. Se armó la cancha y se jugó el partido el 14 de agosto de 1904. La fusión de Mártires de Chicago y Sol de la Victoria gana 3 a 1. Y la alegría fue tal que de ahí se fueron a la casa de los Agostini, que eran jugadores de Mártires de Chicago. Los Agostini vivían en lo que hoy es Aráoz y Triunvirato, que en ese momento era Avenida Corrientes. Se juntan en la casa, eran un montón los dos equipos. Entonces le hablan al sereno de una obra en construcción que había enfrente, se meten en la parte de abajo y ahí se ponen a charlar todos y dicen “¿por qué no nos juntamos y hacemos un club en común?”. La idea o el mito inicial dice que el club se iba a llamar Asociación Atlética y Futbolística Argentinos Unidos de Villa Crespo. Ese es el mito, el mito barrial. Que también dice que cuando fueron a hacer el sello identificatorio era muy grande y por eso quedó Asociación Atlética Argentinos Juniors.
–Sobre esos pioneros que fundaron el club y que eran a la vez jugadores y dirigentes, ¿a quiénes destacás?
–Hubo muchos y todos trascendieron. Ravera Bianchi, el primer presidente. Su nombre real era Luis Leandro Ravera Bianchi, aparentemente. No usaba ni el Luis ni el Ravera porque eran del padre que lo había abandonado. Aparecía en todos lados como Luis Bianchi, cuando él no quería problemas, o Leandro Ravera Bianchi, cuando quería trascender. Murió en el año 18 de tuberculosis. Estuvo en 1904-1905 en la presidencia y después la agarra uno de los hermanos Agostini, después De Marco. Iban variando. Una vez por año iban cambiando porque el estatuto hablaba de cambios anuales. Luis Cavatorta, que después fue el primer intendente del Polideportivo de las Malvinas. Julián Ducasse. Tenés el caso muy particular de Atilio Marchetti, que fue el primero que fue jugador de inferiores, jugador de Primera, director técnico y presidente. El único, por ahora, que hizo las cuatro cosas. No fundó el club, pero casi. Es parte de la vida de Argentinos desde el inicio. Y así, un montón. Ruperto Ayala. Todos se destacaron. Cavatorta tuvo la particularidad de que jugó en todos los puestos del campo de juego. Incluso de arquero. Para un partido en La Plata, el arquero no llegó a tomar el tren. Viajaron 12. Y Cavatorta fue al arco.
–Otro dato conocido, relacionado con el nombre que tenían esos equipos de barrio –Mártires de Chicago y Sol de la Victoria–, es la orientación ideológica de los fundadores. Anarquistas unos, socialistas los otros…
–Sí, anarcosocialismo, relativo, pero sí, por eso eligieron el rojo como primer color, para no pelearse entre ellos, porque Mártires de Chicago era una camiseta blanca con listones verdes. Sol de la Victoria se cree que era una camiseta completamente blanca, y deciden por sus ideas socialistas vestirse de rojo, y si ustedes se fijan, el rojo argentino es mucho más chillón que el rojo de Independiente, más vivo, porque tenían como ideología lo que serían las camisas rojas de Garibaldi. Se vestían de rojo garibaldino y seguían el rumbo político de Alfredo Palacios, el primer diputado socialista que ingresa en el Congreso de la Nación.
–¿Y cómo comienza Argentinos su trayectoria como club de fútbol?
–La idea era poder jugar. En 1904, Argentinos ni pensaba en lo que era la antecesora de la AFA de la época. Recién empieza a jugar en lo que equivalía a la AFA actual en 1909. En esos 5 años jugó en ligas barriales, primero haciendo desafíos durante todo el año 5, y en 1906 se anota en una liga muy fuerte de la época, en Capital, que era la liga Bahía Blanca, y la primera edición la gana, la de 1906, por eso hay una foto donde están los jugadores formados, que es la primera que se conoce. En el museo del club está, en una de las paredes laterales, y es el equipo de 1907. El campeón se sacaba una foto y para la gacetilla de la liga siguiente usaban la foto del campeón del año anterior. En 1907 Argentinos empieza a jugar y no termina. Muchas veces a los equipos les iba mal y se bajaban de la competencia. En el 8 jugaron algunas competencias locales por Villa Crespo y Caballito, y en el 9 finalmente se anotan en la liga oficial y comienzan jugando en lo que es la Tercera División, que hoy sería la Primera B metropolitana, si uno quiere analogar una cosa con la otra.
–Y así Argentinos se fue consolidando y se fue convirtiendo en uno de los clubes más importantes de fútbol…
–Sí, el fútbol de nuestro país tuvo varias escisiones o divisiones por peleas internas, por problemas políticos. Argentinos comienza jugando en la asociación general. En el año 1912 pasa a jugar en la Federación Argentina, que es una disidencia de la Asociación Argentina. En 1914 se fusionan de vuelta. Entre el 15 y el 19 jugaban todos juntos y ahí se vuelven a dividir, y Argentinos se queda en la Asociación Argentina, que era la oficial de FIFA. Queda con Boca, que era uno de los equipos más grandes de la época; Huracán, el segundo más grande de esa liga; y después éramos clubes un poco menores, pero que teníamos trascendencia. Argentinos asciende en el año 1922, ¿por qué? Porque la liga, si bien era la oficial de FIFA, era la que menos arrastre de gente tenía. En el otro lado tenías a Racing, que era el más grande de la época, sin dudas, River, San Lorenzo e Independiente… Entonces arrastraba mucha gente de esos clubes. La liga nuestra en 1921 se queda con muy pocos equipos. En Primera División quedan solo 10. Entonces ascienden un par en el campeonato regular y después hacen un intermedio extra para que asciendan 6 más. Uno de esos 6 es Argentinos. Ahí logra el ascenso. Y del 22 en adelante es un animador de la Primera División, primero en la Asociación Argentina y después en la Asociación Argentina Amateur de Fútbol. A partir del año 27 se juntan las dos asociaciones y Argentinos es uno de los animadores de la época: en el 26 salió subcampeón dos veces. Primero de la Copa Competencia del 25, que terminó en el 26, y en el 26 del torneo de Primera División. Y después es uno de los 18 equipos fundadores del profesionalismo en la República Argentina.
–¿Y cómo vivió el club ese cambio de etapa del amateurismo al profesionalismo?
–Fue muy difícil para muchos clubes, aunque ya en esa época, a fines de los 20, existía lo que nosotros llamamos en la investigación histórica el amateurismo marrón, que es amateurismo de la boca para afuera, pero adentro de los clubes se les pagaba a algunos jugadores algún viático o algún sueldo encubierto. Boca, River, Racing, Independiente, San Lorenzo, Huracán y algunos clubes menores también lo hacían. Incluso hay diarios de la época que lo muestran. Por ejemplo, en el 22 cuando Argentinos ascendió, el diario La Montaña publicaba en ocasión de un partido que el club no contaría con dos de sus valores porque tenían que trabajar. Eso ya a finales de los 20 no existía más, el que jugaba al fútbol solo jugaba. Entonces, en poco tiempo, en el 31, ya se impuso el profesionalismo. No digo que se comió el amateurismo porque siguió habiendo simultáneamente ligas amateurs hasta el 34 inclusive, pero los diarios le daban un espacio, un cuadradito, mientras que la Liga Argentina de Fútbol, que era la liga profesional, tenía un espacio gigante.
–Y en los años que siguieron, sabemos que Argentinos Juniors tuvo un equipo que se destacó mucho en la década del 60. Después, por supuesto, las huellas que dejaron el equipo en el que jugó Maradona y el que ganó la Copa Libertadores. Seguramente, como historiador, vos podés rescatar otras etapas.
–Si uno quiere poner en líneas de tiempo a Argentinos, 1921-1922 es cuando asciende por primera vez a la Primera División. 1937-38 es cuando Argentinos desciende: había perdido la cancha de Avenida San Martín en el 36 y Gastón García Miramón se hace cargo del club como presidente y lo salva económicamente. Argentinos podría haber desaparecido en el 38. En el 40 sale campeón de Segunda División, pero no lo dejan ascender por una cuestión reglamentaria. Y el ascenso del 55 que fue para nosotros histórico. El equipo del 60 es otra bisagra, fue un equipo que jugaba muy bien, les ganaba a todos en todas las canchas. Todo el mundo habla de ese equipo y los diarios de la época hablan maravillas. La tercera bisagra es el 76, cuando debuta Diego en Argentinos, que además podría haber debutado en vez del 20 de octubre en agosto o septiembre. Pasa que estaba suspendido por un partido de Séptima División, pero ya lo iban a ver todos a las inferiores y se veía venir el debut. Luego, la venta de Diego hace una eclosión muy fuerte en Argentinos, pero la plata que ingresa por esa venta se utilizó bien y entonces sale lo que es para nosotros el gran equipo del 84-85. Ahí ya el fútbol total como era Holanda del 74 fue el de Argentinos 85. El 84 era un gran equipo con Roberto Marcos Saporiti al mando, pero el del 85, con Yudica, casi que jugaba solo; yo tenía en ese momento diez años y era un placer verlo jugar, ganaba siempre. Termina la cosa en el 85 con la Copa Intercontinental que se pierde por penales. En el 86 jugó muy bien durante el primer semestre, después jugó la Copa Libertadores de vuelta y pierde en el desempate con River. No pasa por diferencia de gol. Ahí se termina un ciclo, y después malas administraciones, algunas pérdidas de dinero importantes y en los 90 la pasó mal. Descendió en el 96. Pero siempre lo importante que mostró Argentinos en cada año que descendió es el recurrir a sus divisiones juveniles, y siempre que volvió a Primera lo más importante fueron sus divisiones juveniles: en el 97, en el 2004, en el 2014, en el 2017, siempre las juveniles fueron importantes para volver a ser lo que somos, el club de barrio más grande del mundo, como le decimos nosotros. Si bien el mejor Argentinos tuvo pocos valores de las juveniles en Primera, Domenech y Checho Batista, con el agregado después de Borghi, Corsi, Lorenzo, Mayor, etc., siempre en las malas las juveniles salvaron las papas.
–Ahí se popularizó el apodo de semillero del mundo…
–Claro. Fue en el principio del siglo, de este siglo XXI. Cada club se ponía un apodo. Argentinos fue “semillero del mundo”. Quedó para la posteridad, y si uno se pone a mirar nombres, es completamente cierto. Campeones mundiales ahora tenemos a Alexis Mac Allister; Maradona en el 86; Borghi y Batista jugaban en Argentinos cuando salieron campeones del mundo; Nico González ahora otra vez, por segunda vez, campeón de América; Fernando Redondo en su momento; Fernando Cáceres; Cambiasso, que no llegó a jugar en Primera; Riquelme, que volvió para darle algo al club por lo que le había dado a él el club en su momento… La verdad es que nos sobran. Podemos hacer tres clubes, cuatro clubes, cuatro equipos de once y nos sobran.
–Retrocediendo otra vez en el tiempo, cuando surge el club no existía la identidad de La Paternal como barrio, era solo una estación de tren. ¿Cuándo y cómo se genera esa simbiosis de La Paternal con Argentinos Juniors?
–Muy buena pregunta, porque el barrio creció de la mano con Argentinos. Crecieron juntos. O sea, se crearon y se formaron juntos. La Paternal, 12 de julio de 1904; Argentinos, 15 de agosto de 1904. Pero Argentinos se funda en Villa Crespo y empieza jugando en Villa Crespo y después se va a Caballito. Argentinos jugaba al principio en Gaona al 800 y después en Gaona al 1100. Antes había ido a San Martín porque un familiar de uno de los jugadores tenía un terreno allá y les prestaba el lugar para la cancha. Argentinos jugó en Villa Urquiza, Villa Lynch, Villa Ballester, San Andrés, también San Martín, jugó en todos lados. Se asienta en Caballito. En 1912 llega a Villa Ortúzar, a la famosa cancha de Fraga y Estomba, donde juega durante doce años, y esa cancha la deja en el año 24 y consigue el terreno de Avenida San Martín. Y ahí, en 1925, llega definitivamente al barrio de La Paternal y lo adopta como propio. Ese terreno que arrienda era del ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, el ferrocarril San Martín, y Argentinos tenía dos canchas, una como la que vemos en las fotos, que la conocemos bien, paralela a la Avenida San Martín, y otra perpendicular atrás, donde está hoy la calle Espinosa. Una cancha perpendicular que Argentinos la tenía como propia y la alquilaba y con lo que recaudaba pagaba el alquiler propio. Esa cancha la usó mucho tiempo Sportivo Boedo y luego otro club que se llamaba Panificación Argentina. Después vino la municipalidad y dijo “hay que abrir Espinosa”, y listo, se acabó la cancha alternativa. No había plata. Y después, cuando García Miramón vino, vio que se perdió la cancha y buscó lo más cercano que había. Encontró el terreno de Boyacá y Médanos. Lo alquiló, se lo arregló y finalmente se lo terminó comprando. Argentinos se quedó en La Paternal ya desde que jugaba en Avenida San Martín. O sea, el año que viene son 100 años que Argentinos está asentado en La Paternal.
–Y en ese gradual entrelazamiento con el barrio Argentinos deja de ser un club exclusivamente de fútbol…
–En la cancha de Avenida San Martín no había espacio para otras cosas. Pero cuando hacen la cancha de Boyacá se usaba el bajo tribuna para muchas actividades. Las canchas de bochas, los torneos nocturnos. Ha habido, por lo que me han contado, peleas de box. Ha habido de todo. El tema era que la sede de Argentinos deambulaba de casa en casa o iba de local en local hasta que García Miramón hace la sede en Boyacá, en la cancha. El Argentinos social, como lo conocemos, termina de crecer definitivamente con la aparición del Polideportivo Las Malvinas a fines de la década del 60. Ahí, Argentinos se hace, aparte de un club de fútbol, un club social.
–Como hincha e historiador, ¿qué significan estos 120 años que se están cumpliendo ahora en agosto?
–Siempre da orgullo saber que uno es de un club centenario que sigue creciendo y cumpliendo años. Hoy el club cada vez está más lindo con todos sus predios. La cancha, que está cada vez mejor. El predio del Bajo Flores con el centro para el fútbol profesional está cada vez mejor. El Polideportivo también. Al hincha de Argentinos o al habitante del barrio de La Paternal lo tiene que llenar de orgullo que tiene en su barrio su club, que es lo más importante de todo. Nosotros siempre queremos lo mejor para el club. Yo, que hago historia, siempre que encuentro un dato nuevo para mí es como llenar un álbum de figuritas. Y me suma, siempre hay algo para investigar, algo para crecer. Yo siempre digo que al barrio le vino muy bien Argentinos y a Argentinos le vino muy bien el barrio. Es una conjunción de cosas. Y que aprovechemos el club, lo amemos y lo cuidemos.
Fuente: Tras Cartón N° 377, agosto 2024 (edición impresa).