120 años de una roja pasión (II)
- Escrito por Victor Pais
- Tamaño disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente
En el día de los 120 años de la fundación de Argentinos Juniors reproducimos nuestra reciente charla con Beto Gulace, Luis Alberto Cardarella y Guillermo García. Los tres con más de cincuenta años de socios y los tres nacidos y criados en el barrio son parte del grupo que fundó el Rincón del Vitalicio, espacio creado hace dos décadas que tiene su sede en una pequeña y acogedora sala ubicado en el bajo tribuna del Estadio Diego Armando Maradona, con acceso sobre la calle Gavilán 2151, el mismo por el cual se ingresa al museo El Templo del Fútbol.
Allí, entre paredes cubiertas por alusivos afiches, fotos, banderas y banderines, y en donde todos los sábados por las mañanas los vitalicios realizan reuniones para compartir un café y confraternizar, fuimos afectuosamente recibidos por estos veteranos de tantas lides.
“Cada vez que llega el cumpleaños de nuestro querido club es una alegría porque es un año más que seguimos estando y cada vez mejor”, expresó Gulace. Y agregó: “Para mí es una fecha linda, como mi cumpleaños”.
A su vez, Caldarella dijo: “Nosotros, los cincuentones de socios, hemos vivido épocas muy malas de Argentinos Juniors, pero muy malas. Eso que se canta a veces en la tribuna, ‘…en las malas mucho más’, ponele la firma que nosotros siempre estuvimos. Entonces, después de haber pasado 20 años de paria en cualquier otra cancha y de haber sufrido humillaciones de todos lados, de que ‘ustedes no existen, no son nadie’, después de haber pasado todo eso, ver hoy al club en la forma en que está es todo un orgullo”.
Hablamos luego de cómo surgió en cada uno su amor por el club. Caldarella contó: “El primer partido que yo vi fue a los cinco años. Me trajo un tío. Mi familia era toda de Boca. Y a partir de ese día no me cambié más, siempre fui de Argentinos Juniors. Me atrajeron los colores y siempre estuve. En los descensos, las promociones, en todos esos malos momentos. Hoy vos te vas a encontrar con muchos chicos que se hacen hinchas por Maradona y por cómo está el club ahora y las Malvinas y el Bajo Flores y qué sé yo. Nosotros, los cincuentones de socios, vivimos la peor época de Argentinos Juniors y siempre lo acompañamos”.
Caldarella reconoció que el haber nacido y vivido desde la infancia en el barrio hizo lo suyo: “Nosotros nos criamos adentro de la cancha, en el bufé, jugando al metegol, jugando a la pelota debajo de la tribuna de Gavilán. Un montón de cosas han pasado para que, por lo menos yo, sea hincha de Argentinos Juniors”. Pero aclara: “No es decir ‘bueno, estoy cerca de la cancha’, sino el tema de identificarte con los colores, y para identificarte justamente hay que ser hincha de corazón, no hincha por otra cosa”.
A su turno, Gulace refirió: “Mi mamá cuando vino de Europa, año 27 llegó ella y un tío italiano que viene del campo de allá, fútbol, fútbol, pelota, ni sabía lo que era. Era tal la investigación que quiso hacer que conoció la cancha de Argentinos Juniors en Avenida San Martín y Punta Arenas. Así que yo vengo de esa raza. Y después mi papá, vitalicio de Argentinos Juniors; mi hermano, vitalicio de Argentinos Juniors, y bueno, mi hijo de Argentinos Juniors. Yo iba al colegio, como lo llamábamos nosotros, de San Blas, el Avelino Herrera, que está a la vuelta de la cancha. Así que te podés imaginar que vivíamos permanentemente con Argentinos Juniors”.
Por su parte, García señaló: “Vivo a tres cuadras de la cancha de Argentinos Juniors. Crecí con Argentinos Juniors. Es parte de mi vida Argentinos Juniors. Toda mi familia es de Argentinos Juniors. Mi tío abuelo era uno de los socios primitivos que tenía el club. Tal es así que mi tía abuela era la socia número 67”.
Y a manera de síntesis de todo lo vivido por los vitalicios, García concluyó: “Vivimos momentos malos, momentos difíciles, descensos y a lo último tuvimos bastante gloria. Ganamos tres campeonatos, una Copa Libertadores. Tuvimos que jugar en Ferro mucho tiempo para hacer este estadio. Volvimos. Desde que volvimos, el club creció. Cambió la imagen, más socios, y en los últimos tiempos llegamos a tener un club bastante formidable con una institución de diez, como se suele decir, y con todos los logros y con los jugadores que nacieron acá que nos dieron una grandeza importante en el mundo. Hoy nos conocen, nos visita acá en el museo mucha gente por Diego Armando Maradona. Y nada: estos 120 años, una alegría infernal”.
Fuente: Tras Cartón N° 377, agosto 2024 (edición impresa).