¡Gracias por tanto, Pompeyo!
- Escrito por Victor Pais
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Gran dolor nos causó la noticia del fallecimiento de Pompeyo Ramos-Marrau, apreciado arquitecto urbanista y vecino de La Paternal, oriundo de Villa Mercedes, San Luis, y con una gran trayectoria participativa orientada a influir en la planificación y el desarrollo de las ciudades y a resguardar el medioambiente. Como consta en los archivos de Memoria Abierta, por su militancia política en los años setenta, estuvo exiliado en Brasil, Alemania y España, y en este último país participó de los juicios a los represores impulsados por el juez Baltasar Garzón.
A Pompeyo lo desvelaba la idea de diseñar un barrio y una comuna en función de las necesidades y el disfrute de sus habitantes. Por eso impulsó un proyecto para construir una plaza en el terreno baldío que había en la esquina de Paysandú y Añasco donde finalmente se erigió una edificación para uso privado. Por eso se unió a la lucha por la recuperación de la ex Liga Israelita (actual CeSAC 22) y por la reapertura del cine teatro Taricco. Y por eso también fue un decidido crítico de emprendimientos que se fundamentan tan solo en el negocio inmobiliario, como el de la construcción de torres en el parque La Isla de La Paternal.
Fue además un fervoroso militante de la descentralización y de la ley de comunas. “Muy comprometido en el tema”, asegura Rubén López, integrante de la Mesa Coordinadora del Consejo Consultivo de la Comuna 15 que también participó de esa batalla.
En una entrevista que le hicimos para nuestra edición impresa de febrero de 2007, y cuyo disparador fue la referida construcción de torres, Pompeyo, revelando que no era tan solo una prosaica oposición lo que lo animaba, sino que su postura se sostenía con una visión integral del entorno y era propositiva, decía: “Lo razonable sería un plan de remodelación urbanística de toda la zona que articule el espacio verde existente, que abra otros en los terrenos del ferrocarril, que le dé destino a las manzanas con edificaciones obsoletas, que plantee la centralidad del barrio y que dé solución a la vivienda, primero, para quienes la necesitan inmediatamente. Las torres molestan no solo por la escala. No responden a ninguna de estas premisas, por eso sería loable que el proyecto quede en suspenso, hasta tanto se haga el plan de remodelación”.
¡Gracias, Pompeyo! ¡Gracias por el valioso aporte que nos dejan tu accionar y tus ideas en la perspectiva de proyectar otro futuro para el barrio y la sociedad!