La Plapla festejó su primer año
- Escrito por Victor Pais
- Tamaño disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente
El Espacio Cultural La Plapla, ubicado en Tres Arroyos 1596, celebró su primer año de existencia con un festival a cielo abierto a la vera de su sede sobre la calle Sor Juana Inés de la Cruz. Hubo gran concurrencia de vecinos y se hizo presente el juntero de la Comuna 6 Mariano Cuyeu.
Buena parte del programa desarrollado en el festejo estuvo orientado a las infancias a través de un número de kamishibai –teatro de papel–, lectura de cuentos y la actuación de la banda musical UPA Un poquito más allá. Acaeció a su vez lectura de poesía y en el cierre un concierto del grupo de percusión Hiperkinéticos. Asimismo, hubo a la par una feria de pequeños emprendedores y una clase abierta y un torneo de ajedrez relámpago coordinados por el Maestro Internacional Alejo De Dovitiis en el que compitieron por sistema suizo doce jugadores y se consagró campeón Fabián Ignacio Gajst.
“Va un año desde que abrimos, pero el proyecto viene de mucho tiempo antes, desde la idea, desde que se empieza a armar, a pensar, a soñar, y después la materialización, que también nos demoró mucho tiempo, porque hicimos una obra grande en este espacio que estaba deshabitado hace muchísimos años”, nos explicó Giselle Gajst, quien junto con Manuel Tirso Rubio dirige este desafío llamado La Plapla.
Sobre este llamativo nombre y las razones “filosóficas” por las cuales lo eligieron, Giselle puntualizó: “La plapla es un cuento de María Elena Walsh que habla de una letra que no está en el abecedario, de un niño que tiene algunos problemas de visión por lo cual las letras le empiezan a bailar en el cuaderno, y que de repente se encuentra con una plapla, que es como una letra bailarina, que se escapa de los estándares, de lo cuadrado del abecedario. Y el día en que lleva la plapla a la escuela se produce una fiesta total: nadie estudia, todos bailan, todos juegan. El análisis más filosófico-político es la idea de que alguna cosa puede andar suelta y desarmar un poco las lógicas tan estructuradas de las instituciones y darle espacio y lugar a la creatividad, a la emoción, al juego. Y en este espacio intentamos que haya mucho de eso, que se articule algo del juego, el jugar de la literatura, de los libros, de los talleres, del encuentro”.
En cuanto a las talleres que promueve el espacio, Giselle expresó que “hay algunos más vinculados a las artes plásticas”, como “cerámica, dibujo, ilustración”, de igual modo que “otros más vinculados a las artes del cuerpo”, como “teatro, danza folclórica, flamenco, yoga y teatro”. Informó además que realizan eventos todos los viernes y sábados, y destacó la conformación de “un equipo de ajedrez que a nosotros nos sorprende” dado que “viajan, compiten y arman torneos”.
En relación al contexto de duro ajuste económico en el que debieron afrontar este primer año de vida, Giselle ponderó: “Lo que nos dice la gente que nos da mucho aliento es que en estas épocas más oscuras es cuando más se necesitan espacios de trinchera, de sostén. Es una responsabilidad grandísima ocupar ese lugar, la verdad, pero es una decisión también política y es una bandera que queremos sostener”.
En este mismo sentido, la participación del espacio en la reciente conformación del Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos (MECA), que agrupa a “varios espacios culturales de Ciudad de Buenos Aires de distintos barrios”, fue otro punto destacado por Giselle. “Distintas comisiones y asambleas van pensando distintas cuestiones vinculadas a la cultura, desde subsidios, presupuestos, arreglos, pasándonos data e información para poder autogestionarnos en este contexto tan hostil”, añadió la joven.