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TRAS CARTÓN   La Paternal, Villa Mitre y aledaños
 19 de mayo de  2024
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Con nuestro columnista como guía

Con nuestro columnista como guía

El Museo Histórico Nacional, ubicado en Defensa 1600, promueve Subjetiva, un ciclo que fue presentado por los organizadores como de “recorridos guiados con invitadxs especiales: miradas nuevas, recortes y abordajes particulares de las exhibiciones temporarias del Museo Histórico Nacional”.

Como parte del programa a través del cual se desarrolla la iniciativa y ante un buen número de visitantes, Miguel Ruffo, columnista de historia y arte de nuestro medio e investigador de larga trayectoria de la mencionada institución, guio el recorrido y ofreció su mirada sobre Panorama Cándido, exposición de obras del pintor Cándido López inaugurada en febrero del pasado año. “Simbolismo de los paisajes de Cándido López” fue el tema propuesto por Ruffo.

A modo de introducción, el investigador ilustró sobre aspectos biográficos de la vida del pintor,  particularmente en lo referido al impacto que provocó en la orientación temática de su obra su participación como soldado en la guerra del Paraguay, a cómo la herida de granada que sufrió en la Batalla de Curupaytí y que le hizo perder su mano y su antebrazo no fue obstáculo para la prosecución de su carrera artística, a la repercusión en los diarios más importantes de la época que tuvo la exposición pública de sus trabajos sobre la guerra y a cómo el Museo Histórico Nacional consiguió que estos formaran parte de su patrimonio. Luego comenzó el recorrido por las salas en las que se encontraban exhibidos los cuadros.

A propósito de Abra al otro lado del río Santa Lucía, la primera pintura de la muestra, Ruffo habló, entre otras cosas, de “tres componentes que se reiteran a lo largo de toda la obra de Cándido López”. Y los enumeró: “El cielo; las aguas, que pueden estar dadas por un río o un arroyo; y la arboleda, los bosques muy tupidos, muy desarrollados, de verdor desbordante”.

Dijo también que en la obra de López “hay una contraposición entre la fertilidad y la vida del paisaje, de la naturaleza, y la acción que desarrollan los hombres en ese espacio”. Y precisó: “Vemos por un lado el principio de la vida con el paisaje, con la naturaleza, y por otro el principio de la muerte con la guerra que se está librando en esos territorios”.

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