“Luchamos por tener memoria”
- Escrito por Victor Pais
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En la Parroquia Emanuel, ubicada en Juan Agustín García 2048, un grupo de mujeres integrantes de la institución ofreció una charla denominada “La Memoria. Las Memorias. Conversaciones desde lo biológico, biopolítico, comunicacional, histórico y social”.
Estuvo encargada de la presentación Silvia Gutiérrez, quien hizo una breve síntesis de cómo fue madurando en el grupo la idea de trabajar sobre el tema de la memoria no solo en su aspecto individual sino también en su dimensión social.
A Antonia Abruzzese le correspondió hablar del aspecto biológico: la localización de la memoria en el cerebro, las diversas memorias existentes de acuerdo a los sentidos a los que se encuentren asociadas, la memoria de largo plazo y la de corto plazo. “Nosotros luchamos por tener memoria. Un ser humano sin memoria es un ser humano que no tiene identidad, que no tiene historia, que no sabe de su vida, de lo que ha sucedido, de lo que va a suceder”, sostuvo Abruzzese y recalcó la importancia de que la gente mayor luche contra la falta de memoria a través de lo lúdico y del hacer cosas.
Eliana Macchi abordó la memoria desde su especialidad, la psicología, planteándose el problema de cómo y dónde van ingresando los datos de las vivencias que tenemos, dónde se van instalando las huellas que van quedando, y destacó que los recuerdos “no son copias, sino marcas”.
A Soledad Barria le tocó exponer sobre los conceptos de biopolítica y sociedad de control: el papel que juegan los dispositivos tecnológicos, los medios de comunicación como formadores de opinión, el marketing y la publicidad en la imposición de una manera de pensar. “Debemos estar atentos y desde nuestro lugar compartir esto para siempre hacer una revisión histórica y que la memoria social de la nación pueda ser a favor de las personas, de lo comunitario, de la ayuda hacia el otro”, enfatizó.
Evangelina Suárez, la última disertante del grupo, propuso también una reflexión teórica sobre la memoria. Si bien no de manera exclusiva, esta reflexión estuvo particularmente relacionada con “los usos políticos que se le pueden dar” a la memoria. Dijo que “los relatos que van saliendo de las memorias son múltiples, son ambivalentes, son contradictorios, y aparecen como piezas determinadas; uno va recordando pedacitos de cosas, pero no son como un rompecabezas que uno lo puede armar y tener una figura determinada”.
Las palabras finales fueron cedidas al pastor de la congregación, Pablo Ferrer, quien, entre otras cosas y en sintonía con lo tratado, señaló: “Me gustaría recordar que somos un pueblo, el cristiano, que vive de la memoria”.