Se creó la policía turística
- Por Tras Cartón
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El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, presentó a la División de Corredores Turísticos de la Policía de la Ciudad. Se trata de un cuerpo de oficiales especializados, que se ocupará de garantizar la seguridad de los turistas y de brindarles una mejor atención.
La presentación se hizo en la sede de la nueva dependencia, ubicada en la intersección de la avenida Corrientes con la calle Reconquista, durante un acto que contó con la asistencia del ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo; el secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, y el subjefe de la Policía local, Gabriel Berard.
En la oportunidad, el jefe de Gobierno expresó, entre otras cosas: “Esto se enmarca en nuestro plan integral de seguridad, que comenzó con la creación de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires el 1° de enero del año pasado, y paso a paso vamos avanzando”.
Y prosiguió: “Estamos en el camino correcto: vamos sacando más policía a la calle, mejor equipada, cada vez con mejor tecnología y mejor entrenada. Sabemos que nos falta mucho camino por recorrer, pero estamos en ese camino”.
Con respecto a “la sede de la policía turística”, destacó que se trata de un “lugar tan bien ubicado, en medio del centro de la ciudad y de los lugares más transitados”.
Por su parte, el ministro Ocampo consideró: “Es importante que tengamos políticas activas de forma de cuidar a estos turistas, que tanto bien nos hace a la Argentina y a la ciudad de Buenos Aires que venga tanta cantidad a visitarnos”.
Y subrayó: “Dentro de lo que es nuestro cuidado a la comunidad, también está focalizada una problemática específica, como es la de los corredores turísticos”.
Según informó el Gobierno de la Ciudad, los efectivos especializados se desplazarán en móviles ploteados de fácil identificación, en los que realizarán patrullajes preventivos, y dispondrán de los nuevos celulares geolocalizables que permiten saber a la policía la posición exacta en la que se encuentran.
Se informó también que están distribuidos territorialmente en los sectores turísticos más importantes de la Ciudad, como los barrios de La Boca, San Telmo y Recoleta y la zona del Microcentro (Florida y Diagonal Norte), y hablan inglés, francés, portugués, italiano y japonés.
En ese sentido, embajadas y consulados en Buenos Aires ya otorgaron becas de estudio a la División para que los agentes también incorporen los idiomas coreano, griego y alemán.
Se hizo saber además que el protocolo que seguirán los efectivos especializados está conformado por tres partes. La primera, asistencia, consiste justamente en el primer contacto con el turista, a quien se lo puede recibir en la dependencia, en la Embajada, en el Consulado o en cualquier lugar donde se encuentre alojado para obtener información de lo ocurrido.
La segunda, traslado, implica llevar al damnificado a realizar la denuncia en la comisaría que corresponda por jurisdicción, mediante un oficial que interprete y traduzca su relato. En cuanto a la etapa final, es aquella en la que se traslada al turista a un lugar seguro y se le brinda contención y apoyo.
El contexto
La nueva dependencia se creó en un contexto en el que se observa un aumento de la afluencia turística. En efecto: entre enero y noviembre del año último llegaron a la ciudad más de 1.700.000 turistas internacionales, lo que representa un incremento del 4% respecto a igual período de 2016.
En ese mismo contexto, en la ciudad se denuncia cada dos días un ataque contra turistas, que son uno de los blancos preferidos por los ladrones.
Así lo hizo saber la Defensoría del Turista de la Ciudad, que resaltó que, aunque las víctimas no se resisten, los ataques parecen ser cada vez más violentos.
Según las cifras oficiales de ese organismo, en 2017 atendieron 160 casos de viajeros, tanto de la Argentina como del exterior, que dijeron haber sufrido algún delito en la ciudad, lo que significa un promedio de uno cada 55 horas (poco más de dos días). La inseguridad representa el 7,6% de las gestiones de la Defensoría, que el año pasado atendió a 2.100 personas.
Y en ese mismo contexto, inquieta a la opinión pública el caso de Luis Oscar Chocobar, el efectivo de la policía de Avellaneda que ha sido procesado y embargado por haber matado al asaltante de un turista en el barrio de La Boca.
De acuerdo con la información de que se dispone, Chocobar, que reside en ese barrio, vestía de civil y se dirigía a tomar servicio en Avellaneda cuando advirtió que en la intersección de las calles Olavarría y Garibaldi dos individuos estaban cometiendo un asalto y apuñalando a la víctima.
Ante la intervención del policía, los individuos huyeron sin concretar el robo; Chocobar los persiguió y disparó su arma, alcanzando a uno de ellos que murió días después, en tanto que el otro logró escapar. El occiso fue identificado como Pablo Kukoc, de 18 años.
En cuanto a la víctima, resultó ser el turista norteamericano Frank Joseph Wolek, quien fue trasladado en grave estado al hospital Argerich, donde una operación practicada por el cardiocirujano Yamil Ponce le salvó la vida.
En un primer momento, intervino en el caso el juez Roberto Ponce, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 17, quien tomó declaración indagatoria a Chocobar y dispuso su libertad en diciembre último.
De resultas de las investigaciones realizadas se logró detener al prófugo, pero por tratarse de un menor de edad el magistrado se declaró incompetente y remitió las actuaciones al juez Enrique Velázquez, a cargo del Juzgado Nacional de Menores N° 1, quien dispuso el procesamiento de Chocobar por homicidio cometido por exceso en la legítima defensa y le dictó embargo por $400.000.
Como se sabe, Chocobar fue recibido recientemente por el presidente de la Nación, Mauricio Macri, quien lo felicitó y le prometió su ayuda.
Por su parte, Rodríguez Larreta publicó al respecto una serie de tuits. “Un caso más en que la Justicia actúa a favor de los delincuentes y no de la seguridad de los vecinos”, dice el primero en orden cronológico.
El segundo precisa: “En este caso de Oscar Chocobar, de la Policía Local de Avellaneda, procesándolo y embargándolo, por defender al turista estadounidense apuñalado Frank Wolek en La Boca”.
El tercero se refiere al “caso de hace unos días de Nicolás Pérez, de la Policía de la Ciudad, deteniéndolo y acusándolo de homicidio agravado, por defender de un robo a una empleada de un kiosco en General Pacheco”.
El cuarto y hasta el momento último, anuncia: “Estamos dando pasos todos los días para que los vecinos vivamos cada vez más seguros. Necesitamos que la Justicia también esté del lado de los vecinos y apoye el buen accionar de los policías que arriesgan su vida a diario cuidándonos”.
A su vez, la CORREPI (Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional) emitió un comunicado en el que consigna que “las pericias determinaron que [Kukoc] recibió un disparo en la pierna que le rompió el fémur, y otro en la espalda que le alcanzó el colon, el hígado y el intestino delgado, y terminó con su vida”, lo que “echa por tierra la versión de Chocobar, ya que demuestra que Kukoc no representaba la más mínima amenaza para su vida”.
El comunicado remarca que “cuando Chocobar intervino, Pablo ya había salido corriendo” y que “no es legítima defensa, es gatillo fácil, una modalidad que desde siempre es política de Estado”.