“Rechazamos esta ley discriminatoria”
- Por Por Agustina Cavalanti de la Cooperativa EBC para Tras Cartón
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Este año, el Día de la Enfermería no fue igual a los anteriores. El 21 de noviembre, al grito de “¡Somos profesionales!”, miles de trabajadores de la salud marcharon desde el Congreso a Plaza de Mayo para repudiar la nueva ley que regula a los profesionales del área, aprobada en la Legislatura el pasado 1º de noviembre.
“Rechazamos esta ley discriminatoria que forma parte del vaciamiento al sistema de salud. Creemos que esta lucha recién empieza porque es difícil que este gobierno ceda”, dijo Nadia Barrachina, licenciada en Enfermería.
Se trata de una norma muy controvertida porque no solo desconoce a los licenciados en Enfermería, en Bioimágenes y en Instrumentación Quirúrgica como profesionales de la salud, sino que también los convierte en empleados administrativos.
“Se votó una ley que hubiera cambiado el rumbo de la enfermería. Se nos excluyó tocándonos el bolsillo. Nosotros estamos en el escalafón general pero no somos administrativos. Los administrativos no hacen carrera, no suben categorías, ni pueden ejercer un cargo jerárquico. En la carrera están todos los licenciados y médicos, menos nosotros. Que se nos excluya como profesionales de la salud es un acto discriminatorio”, expresó Barrachina.
Actualmente en el sistema de salud de la Ciudad de Buenos Aires hay 9500 enfermeros con tres niveles educativos diferentes: 1600 auxiliares de enfermería; 4300 enfermeros técnicos y 3600 licenciados. Además, la Ciudad cuenta con 250 licenciados en Instrumentación Quirúrgica repartidos en 27 centros, y 70 licenciados en Bioimágenes.
Barrachina es especialista en la atención del paciente crítico adulto y, además de haber trabajado en la Fundación Favaloro, se desempeña en el HIGA San Martín de La Plata. Tanto ella como los demás enfermeros hacen sus propios diagnósticos, conocen y manejan el equipamiento para soporte vital en un servicio de internación, detectan cambios hemodinámicos y muchas veces son los primeros en llegar a una emergencia. Los instrumentadores están dentro de un quirófano interviniendo para salvar una vida. Y sin los licenciados en Bioimágenes no se podría realizar un diagnóstico preciso.
“El trabajo de enfermería, instrumentación quirúrgica y bioimágenes es tan fundamental como cualquier otro del equipo de salud. La Ley de Enfermería Nº 24.004 [del año 1991] dice que somos profesionales de la salud. Ahora ni siquiera nos van a reconocer las capacitaciones o especialidades, te podés matar estudiando y perfeccionando solo para mérito propio”, agregó Barrachina.
Según la Organización Mundial de Salud (OMS) los enfermeros son el eje de los sistemas sanitarios y desempeñan un papel decisivo tanto en la promoción de la salud como en la prevención, el tratamiento y los cuidados. Así lo explicó el doctor Ernesto Da Ruos, reconocido médico gastroenterólogo, ex director del Hospital de Clínicas de la UBA y actual colaborador en el decanato de la Facultad de Medicina. “Desde ya que todo lo que está alrededor de los médicos es esencial, no podrían trabajar solos, necesitan de esas licenciaturas que deberían ser incluidas y también reconocidas. Pertenecen al sistema de salud desde hace muchísimos años, pero con el tema de que se han empezado a deslindar responsabilidades, habían quedado en un lugar que no se sabía bien qué eran. Es un tema primordial para nosotros, necesitamos de todos ellos y apoyamos su lucha, si no el médico solitario no podría desarrollar ninguna parte de la medicina”.
En el mismo sentido, la doctora Florencia Caruso, especialista en pediatría, aseveró: “En todas las áreas de pediatría –ambulatoria, internación en sala común, terapia intensiva y guardia externa– trabajé en equipo con enfermería. Los médicos y los enfermeros formamos parte de dos profesiones donde se invierten muchos años de formación. Entrar en la carrera sanitaria es reconocer ese esfuerzo. Son indispensables, nos complementamos, nos repartimos el trabajo y coordinamos para que en una emergencia el trabajo salga bien”.
Hasta el Consejo Ejecutivo de la Federación de Profesionales de la Salud de CABA repudió la nueva ley y reconoció que la exclusión “atrasa por lo menos cuatro décadas”, además de manifestar el rechazo a “que se hayan desestimado varios de los señalamientos y propuestas realizadas por la organización”.
Sin embargo, desde el Ministerio de Salud de CABA argumentan que “el pase de los licenciados en Enfermería a la nueva Carrera Profesional Hospitalaria generaría el problema de que agentes que se encuentran abocados a la misma actividad pasarían a encontrarse en distintos escalafones, con lo que se perdería la identidad de la profesión y se crearía además una consecuente diferencia de derechos y obligaciones”.
Para la nueva ley, aprobada con 36 votos de Vamos Juntos y Evolución, contra 19 de la oposición, son profesionales de la salud aquellos “que desarrollen servicios con carácter permanente, de planificación, ejecución, coordinación, fiscalización, investigación y docencia, control y gestión de planes, programas y acciones destinados a la promoción, prevención, recuperación y rehabilitación de la salud de la población”.
La norma considera profesionales de la Salud en CABA a médicos, odontólogos, licenciados en obstetricia y obstétricas, bioquímicos, licenciados en Bioquímica, farmacéuticos, licenciados en Física Médica, en Psicología, en Psicopedagogía, en Musicoterapia, en Terapia Ocupacional, en Fonoaudiología, en Kinesiología, fisioterapeutas, licenciados en Nutrición, en Trabajo Social, en Servicio Social, veterinarios, licenciados en Ciencias Antropológicas, antropólogos, licenciados en Sociología, en Biología, en Ciencias de la Educación, en Sistemas de Información para la Salud, en Estadísticas para la Salud y en Ciencias de la Comunicación o Comunicación Social. Y deja excluidos a los profesionales comprendidos en el Escalafón General de la Ley N° 471.
“El Escalafón General, al cual siempre pertenecieron los enfermeros, agrupa además a distintos profesionales que se desempeñan en todo el ámbito del Gobierno de la Ciudad, como ingenieros, contadores, arquitectos, músicos y abogados”, aclararon desde el Ministerio de Salud porteño.
Así, para el Gobierno de la Ciudad, este proyecto traerá mejoras a la vida de los trabajadores y dará una mayor transparencia en los mecanismos de selección e ingreso de profesionales al sistema. “La gestión de los recursos humanos siempre apunta a la jerarquización del empleado público. Estamos dispuestos a trabajar en una mesa de consenso para escuchar y realizar las acciones necesarias que vayan en esa línea. El diálogo y el trabajo conjunto con los representantes sindicales está siempre presente y es una actividad diaria para nosotros”, revelaron.
Por su parte, Gabriel Solano, legislador por el Frente de Izquierda, manifestó: “Esta ley afecta fuertemente a los trabajadores de la salud y les genera inestabilidad laboral. Nuestra voz tuvo que ver con el rechazo a que los enfermeros, que son un sector fundamental del sistema público de salud, sean nuevamente excluidos de la carrera de salud, afectando sus derechos laborales y sus ingresos salariales”.