“Cada ladrillo que hay acá lo recuerda”
- Escrito por Victor Pais
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A poco más de cinco años de su fallecimiento, el querido colega y compañero de la Cooperativa EBC Enrique Lifschitz recibió un homenaje de la Legislatura porteña en la institución de Floresta por cuyo surgimiento y crecimiento tanto luchó.
En el Polideportivo Gregorio Pomar, ubicado en Mercedes 1389, se descubrió una placa en homenaje a Enrique Lifschitz, fundador y director por largos años del periódico barrial Vínculos Vecinales, miembro del grupo originario de editores de medios barriales de la ciudad que constituimos la Cooperativa EBC y principal artífice de la existencia de la mencionada institución de Floresta.
La iniciativa tuvo como impulsores al legislador Claudio Morresi y al vocal de la Junta Comunal 10 Fernando Moya, ambos identificados con el Frente de Todos; Mariana, hija del homenajeado y actual editora y directora de Vínculos Vecinales; y Jorge, también hijo de Enrique.
“A Enrique Lifschitz”, destaca con un cuerpo de letra más grande el texto de la placa. Y así prosigue: “Por su activa participación barrial en Floresta. Promotor, fundador del Polideportivo Gregorio Pomar y gestor del mismo a través de la ‘Cooperadora del Poli’. 2023”.
El acto comenzó con la exhibición de un video donde Enrique cuenta la historia que dio origen a la lucha vecinal desarrollada a fines de la década del 50 y que derivó en la posterior construcción del Polideportivo.
Luego, la presentadora leyó los fundamentos de la resolución que dispuso la colocación de la placa en los cuales, tras una breve reseña biográfica del homenajeado que revela su trayectoria perfilada en el asociativismo, se señala que “Enrique fue uno de los promotores de la instalación del Polideportivo”, que “construyó con ese objetivo la Comisión Vecinal Flores Norte con la Sociedad de Fomento ‘25 de Mayo’ y organizaciones sociales y políticas” y que “en este marco funda a su vez el periódico Vínculos Vecinales como órgano de difusión de las actividades que realizaba la Comisión en virtud de conseguir el predio para la construcción del Polideportivo”.
Prosiguen los fundamentos con el detalle del derrotero que tuvo el reclamo por el polideportivo hasta el momento en que durante la presidencia de Raúl Alfonsín “se recupera para el barrio y se le da el nombre que lleva actualmente”, y con el recuerdo de que “Enrique fue parte de la gestión del nuevo Polideportivo recuperado a través de una Cooperadora que él mismo presidió”.
Habló luego Morresi, autor de la resolución, quien expresó que “cuando aparece una persona con toda esa historia de lucha, con toda esa decisión de trabajar por el otro, una persona que dio su vida por mejorar la vida de todos, para nosotros, por lo menos para los que tenemos cierta ideología que creemos que todo se construye con el otro, lo mínimo que podíamos era hacer esto”. Y afirmó después: “Toda la gente que pase por acá, cuando vea esta placa, va a saber que vale la pena esforzarse por el otro”.
Siguió Moya, quien sostuvo: “Esencialmente enaltece la política la vida de Enrique”. Y se explayó: “No estamos hablando acá de la democracia legal burguesa, estamos hablando de la acción directa de un vecino que le mejora la calidad de vida a sus vecinos”.
A su turno, Jorge manifestó que “este era un lugar que mi papá amaba y yo creo que cada ladrillo que hay acá lo recuerda”. También dijo que “el viejo todo el tiempo estaba enseñando con sus actos”. Y puntualizó: “Construcción política, cooperativismo, autogestión. Esas son las tres palabras que sintetizan lo que él fue haciendo durante toda su vida”.
Fue última oradora Mariana, quien, tras enumerar un amplio abanico de situaciones y experiencias que se registran en el barrio donde desempeña su tarea periodística y a las que caracterizó como “historias de gente que habita el barrio con amor al prójimo, con ganas de hacer más feliz esta vida compartida, que harían falta cientos de periodistas barriales para contarlas todas”, dijo que “Enrique era uno de esos” pues “le corría en la sangre unas ganas imparables de salir a la vereda para conversar con cada uno y cada una que tuviera algo de ese impulso vital”.
Se refirió luego a las circunstancias políticas en las que se desarrolló la lucha por “la construcción del Poli” y destacó que estuvo sostenida por “una idea de ‘bien común’ compartida”. De ahí que propuso: “Esa idea de bien común de la que en ese pasado cercano nadie dudaba es el legado que, creo yo, nos viene bien apropiarnos, divulgar, fortalecer en este presente”.
Su discurso culminó con el agradecimiento a los funcionarios que promovieron la iniciativa “por hacer posible este encuentro” que recuperó “para la memoria de todo el barrio, el legado de Enrique Lifschitz”.
El acto finalizó entra aplausos con el mencionado descubrimiento de la placa conmemorativa ubicada nada menos que debajo de un retrato de José de San Martín.