Edición impresa agosto 2010

160º ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE SAN MARTÍN

El permanente homenaje de la ciudad

 

Por Miguel Ruffo

A propósito de cumplirse el 160º aniversario de la muerte de José de San Martín, proponemos en esta nota ilustrar sobre la presencia de su memoria en el espacio público de la ciudad de Buenos Aires.

“Una forma –dice Paez de la Torre (h)– que tienen los pueblos de honrar a sus héroes, de evocar acontecimientos patrios y de demostrar su gratitud a gente destacada en los más diversos campos, es recordarlos a través de las designaciones de las calles”. El general José de San Martín luchó por la independencia y la unidad sudamericana. Belgrano, su contemporáneo, lo calificó de “héroe de los Andes”. Bartolomé Mitre, con su Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana, canonizó una interpretación de las campañas sanmartinianas y, si bien no dejó de criticarlo, incluso en cuestiones de estrategia militar, propició la construcción heroica del Libertador.
Buenos Aires lo recuerda en el nombre de sus calles, en esculturas y monumentos públicos, y en sus instituciones. La calle San Martín inicialmente se llamó “De la Compañía”, por su proximidad a la iglesia de los jesuitas; también se la denominó “Calle Real” y en 1769 “Santísima Trinidad”; en 1808 se la conoció como “Victoria” y a partir de 1822 pasó a llamarse “Catedral”. “En la época de Rosas –dice Cutolo– por decreto del gobernador fechado el 28 de agosto de 1848, se impuso el [nombre] de San Martín. Esta denominación era debida originariamente en homenaje al Santo Patrono de Buenos Aires, pero Rosas, con buen criterio, impuso el de San Martín por el general a quien tenía gran aprecio”. En la ciudad hay además una avenida San Martín, anteriormente llamada “Camino a San Martín” porque conducía a dicha localidad. En 1895, para homenajear al Libertador, la Municipalidad incorporó su nombre al camino. “Se la ha criticado por ser una redundancia que no añade nada a la gloria del Gran Capitán y solo sirve para crear confusiones entre los vecindarios (Bu-cich Escobar)”, según cita Cutolo. Sobre ella se encuentra el tradicional Puente San Martín (hoy Julio Cortázar), entre Chorroarín y Punta Arenas. A estas denominaciones cabe sumar la Avenida del Libertador General José de San Martín, que se extiende por el antiguo “Camino del Bajo”. En 1936 se realizó su apertura y ensanche y se la inauguró con pavimento de asfalto el 21 de noviembre de 1936, en ocasión del IV Centenario de la primera fundación de Buenos Aires (1536). Pero en esos años se llamaba “Avenida Alvear”. Fue el 26 de enero de 1950 cuando se cambió su nombre por el de Libertador General José de San Martín, durante el gobierno del general Perón y como parte de los actos conmemorativos del Centenario de su fallecimiento en 1850. Asimismo las calles Yapeyú, que se encuentra en los barrios de Almagro y Boedo, y Boulogne Sur Mer, que se halla en Balvanera, zona de Once, recuerdan la localidad de nacimiento y la ciudad de la muerte del Libertador. San Lorenzo, Chacabuco y Maipú, las tres batallas más importantes libradas por San Martín por la emancipación sudamericana, se recuerdan en sendas calles porteñas. San Lorenzo es un pasaje en la zona sur, por donde corría parte del “Tercero del Sur”. El nombre de San Lorenzo comenzó a figurar en el Plano Topográfico de la Ciudad de Buenos Aires levantado por César Hipólito Bacle en 1836. Chacabuco-Maipú (continuación la una de la otra) se llama así desde 1822, cuando se le cambió el nombre de “Lasala”, de acuerdo a lo ordenado por Bernardino Rivadavia, según figura en el Plano Topográfico de Felipe Bertrés. El Regimiento organizado por San Martín es recordado en la calle Granaderos que se encuentra en el barrio de Flores y que recibió su nombre actual por Ordenanza Municipal del 27 de noviembre de 1893. Guayaquil, en Caballito, rememora su renuncia ante Bolívar. Se llama así desde 1893 por Ordenanza Municipal de la misma fecha. Y su esposa, Remedios de Escalada de San Martín, es recordada por una calle cercana a la avenida Juan B. Justo en virtud del Decreto 3115 de 1944.
En 1878, al cumplirse 100 años de su fallecimiento, se denominó Plaza San Martín a la antigua “Plaza de Marte” o “Del Retiro”, donde había cuarteles y donde San Martín formó a sus granaderos. Allí se levanta el Monumento al General José de San Martín, obra del escultor Luis José Daumas, inaugurado el 13 de julio de 1862 y que fuera remodelado, ampliado y jerarquizado en la época del Centenario (1910) por el escultor alemán Gustavo Eberlein. En la ciudad hay más de 20 monumentos y esculturas que recuerdan al general San Martín.
“Me gusta mucho –narra Gladkov– cómo define Plekhanov al heroísmo. Dice que el héroe es un hombre cuyos actos, en beneficio de la sociedad, constituyen para él una necesidad instintiva, que desequilibra a menudo sus intereses individuales y a veces los amenaza de muerte”.
San Martín fue un auténtico héroe, que sacrificó sus intereses individuales por la causa de la emancipación sudamericana y tiene bien ganados sus múltiples homenajes.