TPL_GK_LANG_MOBILE_MENU

 

bantar 

TRAS CARTÓN   La Paternal, Villa Mitre y aledaños
 28 de octubre de  2025

Octubre 2011

EDITORIAL

Viajes de ida

Por Víctor Pais

Tragedias como la de Flores son, en gran medida, el resultado de que un servicio tan vital como el del transporte público se encuentre en manos de empresas monopólicas cuya finalidad suprema es obtener la mayor ganancia posible a como dé lugar.

Es notable, sin embargo, verificar a qué nivel de relajo han llegado estos hombres de negocios y cómo el desprecio por la vida humana, intrínseco a su naturaleza egoísta y parasitaria, se vuelve tan grosero y explícito.

Sin duda, sólo puede ser explicable este grado de desatención respecto de las tareas que en los papeles les han sido asignadas, dado su carácter de concesionarios, por la permisividad cómplice e interesada de los órganos del Estado que deberían hacer un seguimiento y un control de toda esta actividad en la que se pone en juego la calidad de vida y la vida misma de millones de usuarios y de miles de trabajadores del transporte.

A casi un año del asesinato a mansalva de Mariano Ferreyra, precisamente a manos de una burocracia sindical íntimamente ligada a estos factores de poder que estamos describiendo, la tragedia de Flores es, para quien quiera ir hasta el hueso de ella y no quedarse en la superficialidad que la reduce a accidente o imprudencia, otro episodio criminal que lleva el signo de la enajenación del sistema ferroviario.

Entre tanto, la Justicia, una vez más tan poco justa, por una no probada participación en un incidente de quema de vagones ocurrido hace varios meses, detiene y encarcela a sindicalistas que mantienen en alto las banderas por las que fue asesinado el joven militante del Partido Obrero, y no mueve un dedo contra los responsables de tantas muertes evitables.

Secciones

Contacto

Nosotros

Archivo