Octubre 2012
DESEMBARCO DE ACÁ LA PALABRA EN LA PATERNAL
Un esfuerzo por la inclusión
Por Víctor Pais
Todos los miércoles de 14.30 a 17.30, en el Club La Paternal (Fragata Sarmiento 1951) funciona desde hace aproximadamente dos meses un espacio de talleres de expresión artística (circo, plástica y percusión) donde participan chicos de entre 13 y 17 años, quienes reciben un estímulo económico mensual de 150 pesos si cumplen con el requisito de la asistencia.
La iniciativa, que cuenta además con otras sedes en la ciudad y en el conurbano, lleva el nombre de Acá la palabra, programa que depende de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
“La idea fundamental de este programa es bajar los niveles de violencia entre los chicos de estas edades; es una franja en la que hay mucha diferencia entre los pibes, de pensamiento y de tareas. Lo que se busca es justamente que los pibes puedan hablar, expresarse, tener otros canales de vinculación que no sean la violencia o la discusión”, señala Pablo Orlando, uno de los dos coordinadores de la sede de La Paternal.
Si bien hay veinte vacantes, hasta el momento sólo se han incorporado nueve chicos: cinco que vienen de José C. Paz y cuatro del asentamiento de La Paternal conocido como La Carbonilla. Las realidades son dispares: “De los que vienen de José C. Paz hay dos que no están escolarizados y tres que sí. Los chicos que vienen de La Carbonilla están todos escolarizados. Son chicos de familia. Los que vienen de José C. Paz son chicos que están en una situación de vulnerabilidad muy alta. Para los que están escolarizados esto funciona como un complemento a la educación formal”.
Lo concerniente a la salud de los chicos también está previsto por Acá la palabra: “Tenemos en el Hogar Garrigos el Programa de Salud de la SENAF, que hace gratuitamente estudios de ginecología, de sangre y de diverso tipo. Nosotros a través de este programa procuramos que los chicos se atiendan en el Garrigós sin tener necesidad de pasar por un hospital público”.
El programa no apunta a trabajar exclusivamente con chicos de escasos recursos: “La idea es que todos trabajen y que todos aprendan a comunicarse. No importa de dónde venga el pibe”, señala Alejandra González, la otra coordinadora de esta sede.
Y Orlando explicita: “La palabra clave acá es territorio. Tratar de llegar a los lugares donde la Secretaría no tenía un alcance”.