Todo lo que siempre quiso saber sobre arbolado
- Por Haydée Breslav
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La riqueza de la flora porteña tiene en su arbolado una de sus más elocuentes evidencias. La Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad, haciéndose eco de esta realidad, lanzó un portal web que ofrece una amplia información sobre el tema.
“Yo soy la viga que soporta el techo de tu casa, / la tabla de tu mesa, la cama en que descansas. / Yo soy el mango de tus herramientas, la puerta de tu hogar. / Cuando naces, tengo madera para tu cuna; / cuando mueres, en forma de ataúd / aún te acompaño al seno de la tierra”.
Atribuida por unos a René de Chateaubriand y por otros a Rabindranath Tagore, y considerada por los más de autor anónimo, la denominada Oración al árbol, de la que trascribimos un fragmento, puede leerse, con sendas variantes, en distintos sitios de Internet. En algunos de ellos se dice que el texto, impreso en placas, se encuentra en plazas y jardines de Portugal; en otros, que puede verse en calles de España, y en un medio de Colombia se menciona al desierto de Atacama.
Quien esto escribe no tuvo que ir tan lejos: hace muchos años, su padre talló los caracteres de la Oración en un bloque de madera noble (muy probablemente palo santo) que se exhibía en la plaza principal de Tigre.
En nuestros días, el culto al árbol no parece contar con demasiados prosélitos en la ciudad de Buenos Aires. Quien haya asistido a reuniones entre vecinos y funcionarios de turno habrá advertido que muchos de los primeros parecen considerar como uno de sus mayores enemigos al árbol ubicado frente a su casa, a cuyas raíces acusan de romper la vereda e incluso el piso de la vivienda, a las ramas de introducirse por la ventana en las habitaciones, al follaje de tapar las luminarias y propiciar la inseguridad, a las hojas caídas de obstruir desagües y cañerías y al ejemplar todo de amenazar con derrumbarse sobre el inmueble.
(Vale la pena destacar que, con toda su riqueza, el tango no le ha cantado al árbol; solo se lo menciona en los tangos camperos; podemos anotar, como excepciones, La brisa, de Juan Andrés Caruso, con música de Francisco Canaro, que cuenta un idilio juvenil iniciado en el Rosedal de Palermo; el famoso Naranjo en flor, de Homero Expósito, quien también introdujo un improbable cerezo en el vals Absurdo –ambos con música de su hermano Virgilio–, y Qué tarde que has venido, de Carlos Waiss, con música de Héctor Varela, donde el protagonista, huraño y triste, se compara con un ciprés).
Claro que no todos los vecinos comparten esa actitud; también están los que, haciendo honor a las sabias providencias de Belgrano, el fervor por la forestación de Sarmiento y el legado de Thaiss, aman y respetan a los árboles y no dudan en poner el cuerpo para defenderlos, como supo hacerlo la muy valiente y querida Lidia Schiuma, de Villa General Mitre.
Por todo ello nos pareció oportuno reseñar, en este fin de año, el reciente lanzamiento de la Secretaría de Atención Ciudadana y Gestión Comunal de la Ciudad: se trata del nuevo portal web Arbopedia, que proporciona información sobre distintos temas relacionados con el arbolado público porteño con el objetivo, según se dijo, de “generar una mayor conciencia ambiental e incrementar la participación de los vecinos”, quienes en el sitio www.buenosaires.gob.ar/arbolado podrán consultar sobre planes de forestación, programas de cuidados, campañas de concientización, censos, descripción de especies, ejemplares notables e históricos, etcétera.
Un recorrido virtual
En un breve recorrido por el sitio, vemos que en el primer apartado, Los árboles, se empieza por poner de manifiesto que en nuestro planeta existen más de 60.065 especies de árboles conocidas, que representan un 25% del total de las plantas de la Tierra.
La primera subsección de este apartado, Arbolado urbano, explica detalladamente que la Ciudad, en virtud de su ubicación geográfica, de la influencia de los ríos Paraná y de la Plata y de su suelo, permitió el desarrollo de distintos tipos de vegetación, y por influjo de su régimen climático posibilitó la adaptación de variedad de especies, pero con el tiempo y las profundas transformaciones sufridas por la urbe porteña, las condiciones fueron cambiando.
En la segunda subsección, Arbolado en vereda, se puntualiza que este representa más de un 80% del total de los árboles públicos de la Ciudad y que la plantación de nuevos ejemplares debe ajustarse a rigurosos criterios de selección que incluyen la evaluación del ancho de la acera y el tipo de edificación existente o permitida, la velocidad de crecimiento y longevidad de la especie, persistencia del follaje, etcétera.
La tercera subsección se titula Censo de arbolado y allí los interesados pueden acceder a información general y documentación referidas al tema.
Este apartado, como los siguientes, está profusamente ilustrado con imágenes de vivos colores.
El segundo apartado, Beneficios, pormenoriza los múltiples servicios que los árboles nos brindan, que se agrupan en beneficios ambientales, urbanos y sociales. Entre los primeros sobresalen la absorción del dióxido de carbono, la liberación del oxígeno, la disminución de la contaminación atmosférica, la reducción del efecto invernadero, la fijación del suelo, la disminución del impacto de las precipitaciones y la optimización de su absorción, la disminución de la erosión, la intercepción de la radiación solar, la provisión de refugio y alimento a la fauna silvestre y el mantenimiento de la biodiversidad.
En el tercer apartado, Especies más comunes, se hace saber que, “según el último censo del arbolado realizado entre 2017 y 2018, en la Ciudad hay en total unos 432.000 ejemplares arbóreos, los cuales se encuentran mayoritariamente ubicados en veredas, unos 370.000 ejemplares, y el resto, unos 62.000 se encuentran en espacios verdes”.
A continuación se pasa a enumerar, con cifras y porcentajes, las especies más frecuentes en veredas y en espacios públicos, y se describen las principales características de cada una de ellas.
Entre las primeras están el fresno rojo americano, el plátano, el ficus, el tilo, el paraíso y el jacarandá, y entre las segundas el eucalipto, la tipa blanca, el jacarandá y el palo borracho.
En el cuarto apartado, Históricos y notables, se pone de relieve que actualmente están registrados en la Ciudad 45 ejemplares históricos y 562 notables, especificando que la primera denominación corresponde a aquellos que han “sido testigos o protagonistas de acontecimientos y personajes vinculados con nuestra historia”, mientras que la segunda califica a “aquellos definidos por sus características botánicas, ornamentales, monumentalidad, edad" o por “ser el único representante de la especie en el espacio público de la Ciudad” o porque “sin tener las características mencionadas anteriormente, son significativos para la comunidad, se plantaron en homenaje a alguna persona destacada o como recordatorio de cierto hecho especial”.
Consultando la base de datos, comprobamos que la Comuna 15 cuenta con un ejemplar histórico: se trata de un retoño del árbol de Artigas, un ibirapitá ubicado en la plaza 25 de Agosto, del barrio de Villa Ortúzar. A su vez, la Comuna 11 ostenta 115 ejemplares notables: los 8 eucaliptos de Salvador María del Carril, en el Paseo de las Artes Latinoamericanas de Villa Devoto y las 107 casuarinas de la plaza Arenales, del mismo barrio.
Otros apartados están dedicados al mantenimiento del arbolado, la participación de la comunidad, la normativa vigente, el vivero de la Ciudad, novedades y servicios.