Se realizaron en la ciudad dos importantes actos
- Por Tras Cartón
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Con motivo de conmemorarse el lunes último el Día Internacional del Holocausto, se realizaron en la ciudad de Buenos Aires dos importantes actos.
La fecha fue instituida el 1° de enero de 2005 por la Asamblea General de las Naciones Unidas que, en virtud de la resolución 60/7, dispuso designar el 27 de enero como Día Internacional de Conmemoración Anual en Memoria de las Víctimas del Holocausto, puesto que ese día de 1945 una división del Ejército Rojo al mando del general Vasili Petrenko liberó a los sobrevivientes del campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia.
Asimismo, la Asamblea instó a los estados miembros a desarrollar programas educativos que inculquen a las futuras generaciones las enseñanzas de la tragedia con el fin de prevenir nuevos genocidios.
Rechazando toda negación, ya sea parcial o total, del Holocausto como hecho histórico, los 191 miembros de la Asamblea aprobaron por consenso la resolución, condenando sin reservas todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, dondequiera que tuvieran lugar.
Por otra parte, la Asamblea encomendó al secretario general, Ban-Ki-moon, que estableciera un programa de divulgación titulado “El Holocausto y las Naciones Unidas” y adoptara medidas para movilizar a la sociedad civil en favor de la recordación del Holocausto y la educación al respecto, con el propósito de ayudar a prevenir futuros actos de genocidio.
El acto central
En la ciudad de Buenos Aires el acto central estuvo organizado por distintas reparticiones oficiales y entidades comunitarias, en colaboración con el Capítulo Argentino de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, y se realizó en el palacio Sarmiento, sede del Ministerio de Educación de la Nación, ubicado en la calle Pizzurno 937; por desafortunada elección del funcionario correspondiente, transcurrió en el salón Leopoldo Marechal.
Asistieron el titular del referido ministerio, Alberto Sileoni; el secretario de culto de la Nación, Guillermo Oliveri; el secretario de educación, Jaime Perczyk; el subsecretario de Promoción de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Carlos Pisoni; el interventor del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo –INADI–, Pedro Mouratian; el subsecretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Ciudad de Buenos Aires y director del Museo de la Shoá, Claudio Avruj; la embajadora de Israel, Dorit Shavit; otros funcionarios, sobrevivientes del Holocausto encabezados por el titular de la entidad que los agrupa, Francisco Wichter, y su presidente honorario, José Moskovits; dirigentes comunitarios y público.
En primer término habló el subsecretario de Equidad y Calidad Educativa del Ministerio de Educación, Gabriel Brener, quien se refirió a la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, creada en 1998 “con el compromiso de abordar la temática desde la educación, la rememoración y la investigación”, y de la cual la Argentina es el único miembro latinoamericano.
Después, el director del Centro de Información de las Naciones Unidas para Argentina y Uruguay, David Smith, leyó un mensaje de Ban Ki-moon, tras lo cual se realizó la tradicional ceremonia de encender un candelabro de seis velas, una por cada millón de judíos asesinados por el nazismo, y se hizo un minuto de silencio.
A continuación habló el presidente de la DAIA, Julio Schlosser, quien, entre otras cosas, previno sobre la existencia de ámbitos y sectores que niegan el Holocausto y destacó que “no existe la posibilidad de ser neutral” puesto que “la neutralidad favorece al agresor, al que ofende, al que quita las libertades, nunca al ofendido”.
A su vez, Carlos Pisoni instó a mantener viva la memoria para evitar que atrocidades semejantes se repitan en el futuro, mientras que Guillermo Oliveri sostuvo que “la trágica historia de la Shoá nos enseña que no debemos bajar la guardia ante la discriminación, la segregación y las creencias de que hay seres humanos mejores o superiores a otros”.
Sobresalió la intervención de Sara Rus, sobreviviente de Auschwitz e integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, cuyo hijo Daniel fue desaparecido por la última dictadura militar. “No puedo creer que existan quienes niegan el Holocausto, donde perdí a casi toda mi familia”, expresó, y manifestó su decisión de seguir “en la lucha por la memoria y la justicia”.
Cerró el acto Sileoni, quien, entre otros conceptos, afirmó que “se debe educar para la vida y el deber de no olvidar” y “nunca trasmitir la idea de que Auschwitz fue un accidente”, y advirtió que “cualquier discriminación puede ser la semilla de una masacre”.
El Museo del Holocausto
Por su parte, el Museo del Holocausto y el Centro de Información de la ONU en Buenos Aires conmemoraron la fecha con un acto que se realizó anteayer en la sede del Centro, ubicada en la calle Montevideo 919.
Asistieron funcionarios de los ministerios de Educación de la Nación, del Gobierno de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires, miembros del cuerpo diplomático, sobrevivientes y dirigentes comunitarios.
En la oportunidad hablaron los directores del Museo y del Centro de Información de las Naciones Unidas para Argentina y Uruguay (CINU), Claudio Avruj y David Smith, respectivamente; el director del Ballet del Teatro San Martín e hijo de sobrevivientes del Holocausto, Mauricio Wainrot, y la sobreviviente Lea Zajac de Novera.
Finalizados los discursos, se procedió a encender el candelabro de seis velas en homenaje a las víctimas.
Al término del acto se inauguró la Muestra Internacional de Afiches “Viajes a través del Holocausto”. Se trata, según se informó, de los que resultaron ganadores en el concurso “Manteniendo viva la memoria", organizado por distintas instituciones consagradas a preservar y mantener vigente el recuerdo de la Shoá.
Participaron estudiantes de arte y diseño de Canadá, Reino Unido, República Checa, Israel, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Austria, Rusia e Indonesia, quienes presentaron cientos de trabajos de entre los cuales el jurado seleccionó los dieciséis que conforman la muestra.