“Nunca pensamos tanto en el otro”
- Por Vanesa Kandel
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Sonia Novello es actriz e integrante de la Compañía De Carencia Virtú, que el pasado 25 de julio estrenó El montaplatos en la sala El Extranjero, muy cerca del Abasto. Al igual que muchos otros hacedores del teatro porteño, padeció el largo año y medio de alejamiento físico que impuso la pandemia y ahora celebra el regreso a las salas y al contacto en vivo con el público. Sobre las vicisitudes de la vuelta y la novedad del teatro con protocolo, conversó con Tras Cartón.
“Como muchos otros, estábamos por estrenar en abril de 2020 y terminamos estrenando en julio de 2021. También estuvimos por estrenar en abril de este año, pero a último momento se cerraron los teatros”, nos cuenta. Finalmente, tenían fecha confirmada para principios de julio, pero por causa de un contacto estrecho dentro del elenco, otra vez tuvieron que postergar. “Tuvimos tres postergaciones”, sintetiza.
Con respecto a la respuesta del público, Sonia comenta: “La gente está respondiendo cada vez más, pero costó mucho, incluso nos ha pasado que gente que ha venido a una función habiendo pagado la entrada por Alternativa teatral y cuando se encontró en la sala que había mucha gente se volvió y pidió el reintegro del dinero porque le dio miedo. Hay mucha gente mayor que aún no está saliendo, muchos críticos, muchos periodistas que no están saliendo; de hecho, hay algunos que piden ver la obra por video para no ir hasta la sala y así poder cumplir con hacer una nota”.
Aunque valora mucho el streaming, del cual destaca que “fue un paliativo muy interesante que muchos elencos aprovecharon” durante el período de aislamiento, su convicción es tajante: “Si a mí me decían ‘no podés hacer nunca más teatro en vivo’, y… yo creo que no hacía más nada. No se puede comparar. No hace falta decirlo, ¿no? Por el hecho de ser teatro estamos confinados a esta limitación, si se quiere, que se reduce al momento que uno pueda estar presente. Si no se puede estar presente, no, no sucede lo que tendría que suceder”, afirma.
Por último, Sonia observa que hay algo más que la pandemia introdujo en la vida cotidiana y que también marca el tono del regreso al teatro: “Uno está pensando todo el tiempo en cuidar la salud, la propia y la del otro. Hay algo que nos puso en un modo de pensar diferente que antes no lo teníamos. Si bien ahora hay cursos, hay pensadores, filósofos incluso que están pensando mucho en el público –¿cómo es el público del teatro?, ¿quién es el otro, el que va a al teatro?–, hay escuelas de espectadores dirigidas a jóvenes, a adolescentes, a estudiantes, etc., más allá de eso, también se suma el cuidado del otro: las burbujas, la distancia con el escenario… Nunca pensamos tanto en el otro, me parece. Y eso también se ve en el teatro y está bueno, te genera otra empatía”.