COVID 19: quiénes y cómo cuidan a los viejos
- Por Tras Cartón
- Tamaño disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente
![COVID 19: quiénes y cómo cuidan a los viejos](/media/k2/items/cache/b2817edf79750dc373157d782cce30ec_L.jpg)
El espectacular operativo llevado a cabo ayer por el SAME y la Policía de la Ciudad para evacuar a los alojados en un geriátrico del barrio porteño de Vélez Sarsfield después de haberse registrado la muerte de una residente por coronavirus puso de relieve la situación de alto riesgo en que la pandemia ha colocado a la población de personas mayores.
En particular, la problemática que el aislamiento forzoso les impone ha sido objeto de medidas implementadas por el Ejecutivo local, en tanto que el conjunto de circunstancias sanitarias y socioeconómicas que afecta a los mayores ha motivado los reclamos de entidades que agrupan a jubilados y pensionados.
Así, el Gobierno de la Ciudad informó que hasta ayer más de 20.000 vecinos se habían anotado para colaborar en el programa Mayores Cuidados, lanzado el domingo último y destinado principalmente a la gran cantidad de personas de edad avanzada que viven solas.
Según la información oficial, se trata de un programa orientado a que los vecinos puedan colaborar voluntariamente con los adultos mayores durante el aislamiento preventivo y obligatorio según dos modalidades, asistencia telefónica y colaboración logística.
La primera consiste en mantener conversaciones diarias para hacerles compañía y ayudarlos a llevar mejor el aislamiento, y la segunda en hacerles compras en farmacias y comercios de proximidad, pasear a sus mascotas y cumplir otras necesidades que surjan durante el período de distanciamiento social.
En cuanto a los objetivos del programa, el “Protocolo para voluntarios de asistencia remota y territorio” establece que se trata de “reconvertir el ‘duelo’, los estados de enojo, decepción y crispación en algo positivo para todos los vecinos/as, dar un mensaje que nos invite y nos empuje a la acción; acompañar a nuestros adultos mayores para que no se sientan desamparados durante el aislamiento” y “ser parte del principio de solidaridad y participación construyendo conciencia colectiva”.
Entre las “recomendaciones de actuación para asistencia remota”, el Protocolo indica evitar “los términos ‘viejo/a’ y ‘abuelo/a’”, no “tratarlos infantilmente ni sobreprotegerlos” y explicarles que “deben tener tranquilidad, dado que la situación es transitoria y el objetivo de quedarnos en casa es achatar la curva de contagio”.
También se recomienda a los voluntarios estar atentos a “algunos comentarios o situaciones” que puedan “ayudar a detectar una posible situación que amerite un contacto con un psicólogo o atención profesional”, y que, si se advierte que “la persona está atravesando un momento delicado”, se le puede indicar que “evite la exposición excesiva a las noticias y a los medios de comunicación y que solo escuche y atienda las instrucciones que señalen desde el Gobierno de la Ciudad y el Gobierno nacional”, pero “teniendo siempre en cuenta que no somos psicólogos y que nuestro objetivo es hacerles pasar un momento agradable y de compañía a los adultos mayores”.
Los interesados en formar parte de este programa pueden ingresar a la página web del Gobierno de la Ciudad, a través del WhatsApp de la Ciudad (11-5050-0147) o con el hashtag #MayoresCuidados, en las cuentas de Facebook, Instagram y Twitter del GCBA, de Horacio Rodríguez Larreta y de Felipe Miguel.
De Jubilados Clasistas
A su vez, desde la agrupación Jubilados Clasistas remarcan que “para uno de los sectores de riesgo (considerado así desde el primero hasta el último funcionario gubernamental)”, como son los jubilados, el gobierno se limita a “establecer ‘que nos aislemos socialmente’”.
Denuncian al respecto que “no hay un protocolo para los jubilados, no hay prevención, no hay una disposición para que ante cualquier sospecha se recurra a una atención urgente en los hospitales, no hay un DNU para que se establezca la completa medicación para la totalidad de jubilados que nos protegería de cualquier riesgo que nos presente esta situación”, y que “tampoco se estableció en algún protocolo que se mejore la alimentación en nuestro sector, en el que se evidencian carencias alimentarias, afectando las defensas frente a cualquier infección, porque no olvidemos que también están presentes dengue y sarampión”.
Por otra parte, preguntan: “¿Cómo harán los hospitales públicos sin insumos ni presupuestos para atender a los nuevos enfermos? ¿Cómo hará PAMI, que ya no les da a los afiliados la atención adecuada (las prótesis, tratamientos y medicación que necesitan), ahora que los jubilados somos el primer grupo de riesgo ante la presencia de esta enfermedad? ¿Adónde nos van a internar a los jubilados con coronavirus o síntomas que supongan la enfermedad, en observación y aislamiento, cuando hay muchos que deben esperar horas en las guardias, primero para atenderse y luego para internarse porque no hay camas? A veces nos dejan tirados en una guardia intermedia inventada, ubicada en una sala anexa a la guardia, hasta que se desocupe una cama”.
Sostienen que “la llegada de esta enfermedad no solo pone al descubierto el estado del sistema de salud, destruido por todos los gobiernos, sino que también desnuda un sistema social y político que es incapaz de dar solución a los problemas de los jubilados y de todo el pueblo trabajador, ni siquiera cuando está en juego la vida de la gente”.
Entre otras cosas, exigen que se duplique el presupuesto sanitario en general, se pongan a disposición todos los centros de salud privados para atender a los enfermos, se instrumente un plan de emergencia especial para el PAMI y “que se nos den todos los elementos necesarios para enfrentar la enfermedad”.
De la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados
Por su parte, la Mesa Coordinadora de Jubilados y Pensionados, con sede en la calle Bartolomé Mitre 1419, de esta ciudad, emitió un comunicado en el que, entre otros conceptos, manifiesta que “junto a las medidas ya adoptadas” referidas al “aislamiento y atención sanitaria, el Estado debe resolver los ingresos para la subsistencia”, amenazada por “esta pandemia que afecta gravemente a las personas mayores” y que “ante esta situación, crece la necesidad que el INSSJP (PAMI) garantice la Prestación Asistencial Medica Integral, y asistencia social, cualquiera sea el lugar de residencia y el nivel socioeconómico de los jubilados”.
Dice también que “la situación pone aún más de relieve la urgencia de un aumento de emergencia en las jubilaciones y pensiones, con recomposición proporcional en todas las escalas” y celebra “un bono a los menores ingresos”, pero advierte que la “solidaridad no es entre los menos pobres con los más pobres”, sino que “los fondos deben provenir de los grandes grupos económicos que se han enriquecido y se enriquecen y nos han llevado a la situación de desigualdad, pobreza y hambre en un país que produce alimentos para diez veces su población; deben provenir del no pago e investigación de los responsables, con las penalidades correspondientes, de la ilegítima, fraudulenta e impagable deuda externa”.
Por último, enfatiza que continúa su lucha por “garantizar jubilaciones, pensiones, salud y vivienda dignas”, y que esa lucha se realiza “con plena autonomía de las patronales, gobierno y partidos políticos, gobierne quien gobierne”.