Una fiesta tanguera para sostener la ilusión
- Escrito por Victor Pais
- Tamaño disminuir el tamaño de la fuente aumentar tamaño de la fuente

Ayer, Día del Tango, a la vera del edificio del ex cine teatro Taricco, ubicado en la avenida San Martín en la proximidad de su intersección con Nicasio Oroño, el Grupo Taricco, colectivo vecinal que pugna por su recuperación, organizó un festival que tuvo al género musical porteño y a su danza como propuesta casi excluyente.
Inauguró la larga secuencia de intérpretes el cantor Daniel Alexis, ataviado a lo Gardel y acompañado por el guitarrista Álvaro Alarcón.
La siguió, acompañada en guitarra por Lucio Claros, Ana Sofía Stamponi, nieta del músico, pianista y compositor Hector “Chupita” Stamponi, a quien el próximo 24 de diciembre, fecha en la que se cumple el centenario de su nacimiento, recordaremos con una nota.
Luego llegó el turno del Moscato Luna Trío, integrado por las guitarras de Rodrigo Albornoz, Mariano Escobar y Maximiliano Moscato Luna. Tras hacer una sección instrumental que incluyo una pieza folclórica, se les sumó el cantor Carlos Varela, y ese fue también el momento en que, en el óvalo de asfalto que se dibujaba entre el público y los músicos, comenzaron a exhibir sus dotes los bailarines Carla Torres y Pablo Mas.
Continuó el cantor Hernán Reyes, quien acompañó a su voz con pistas de orquesta y pronunciadas gesticulaciones.
A posteriori, llegó el atildado y expresivo canto de Hernán Lucero apuntalado por la guitarra de Sergio Zabala.
Después, Lucas Yarza, quien oficiaba de presentador y que además jugó un papel determinante como productor del espectáculo, expuso su peculiar modo de interpretar a Gardel.
Sin solución de continuidad, emergió rutilante de entre el público, la conocida y multifacética Katja Alemann, quien cantó dos tangos de su autoría con enérgico estilo. Tanto ella como Yarza fueron acompañados por la guitarra del mencionado Alarcón.
Tuvo su lugar, a renglón seguido, el hondo diálogo entre el bandoneón de Pablo Marconi y la voz de Matías Barbetta.
Seguidamente, el impetuoso Yarza, una vez más asumiendo un rol protagónico, se dio el gusto de cerrar con su canto la serie musical.
Con la siempre animosa Mónica Ronzano en el centro, sonriente y sosteniendo una torta con una bengala, la foto final fue la de artistas y organizadores de la movida, cantándole el Cumpleaños feliz en su día, al tantas veces reversionado y mencionado durante el encuentro Carlos Gardel.
Y mientras que la transmisión del reiteradas veces anunciado audio que contenía el saludo a esta iniciativa vecinal por parte de Elena Irene Gardés, sobrina nieta del Zorzal, quedó solo en el intento, la ilusión por la recuperación y la reapertura del ex cine teatro Taricco, a pesar de la explícita negativa a expropiar el edificio manifestada en más de una ocasión por el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, parece seguir con vida y encendida.