“Qué modelo de país queremos construir”
- Escrito por Victor Pais
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En el marco del ciclo de encuentros de formación que se viene desarrollando desde este febrero organizado por la Unidad Básica Compañero Amado, perteneciente a La Cámpora y ubicada en Espinosa 2001, tuvo lugar la charla de Héctor “Gringo” Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense, integrante de la Corriente Federal de los Trabajadores e histórico referente del peronismo.
Como dato de color, en el comienzo de su alocución y luego de los agradecimientos a los anfitriones, Amichetti expresó su emoción por encontrarse en un barrio en el que, recordó, vivió durante unos meses después del golpe del 76, en la calle Paysandú, a media cuadra de avenida San Martín y Juan B. Justo.
Amichetti reivindicó la consigna “No olvidar, siempre resistir”, planteada por los militantes de la organización convocante, y remarcó que el peronismo cumplirá en octubre 78 años de vida y que, si bien “el sistema” intenta atribuirle “el fracaso de la Argentina”, la enorme mayoría de esos años constituyeron lo que caracterizó como un periodo de resistencia: “Resulta que 53, 54 años estuvimos resistiendo”, afirmó.
Más adelante, Amichetti habló de “una confrontación histórica entre dos proyectos de país”. Y especificó: “Uno, exportador de materias primas, empobrecido, y el otro, que hizo su experiencia de un país que podía desarrollarse industrialmente, es el que persiste a través del tiempo y llega hasta nuestros días porque el debate que tenemos hoy, en realidad, es si podemos ser nuevamente un país industrial, que mejore el poder adquisitivo del pueblo trabajador, que genere trabajo”.
Luego, recogiendo el guante de discusiones que se dan al interior del movimiento obrero, señaló: “Fíjense que el neoliberalismo ha llevado a una lógica que, como ha destruido gran parte de la industria y entonces ha generado precarización laboral, a veces uno se encuentra con compañeros que han quedado afuera del sistema laboral que dicen: ‘Como está el mundo, con la tecnología y todo lo demás, es imposible volver a tener la formalidad, la cobertura del trabajo. Hay que buscar nuevas formas…’. Nos hablan de economía popular y yo digo ¿cómo vamos a aceptar esa lógica que dice que por la globalización hoy no se puede generar pleno empleo en la Argentina? El problema está en qué modelo de país queremos construir”.
Tras otras consideraciones y tal como fue anunciado en la presentación por los organizadores, el invitado expuso una síntesis de tres hitos históricos del movimiento sindical peronista: el programa de La Falda de 1957, el de Huerta Grande de 1962 y el de la CGT de los Argentinos de 1968. Dijo sobre el primero: “En el año 57 –el peronismo proscripto, no se podía hablar de Perón, de Eva, secuestran el cadáver de Evita, todos los sindicatos intervenidos– la dictadura llama a un congreso para normalizar la CGT y se encuentra con que la mayoría de los gremios se lo impiden. Ahí nacen las 62 organizaciones. Y ese mismo año, desde las regionales, aunque no tuvieran una CGT organizada a nivel nacional porque la dictadura lo impedía, surge una convocatoria en La Falda y sale el programa que mencionaban al principio, que es el programa de La Falda”. Sobre este punto, Amichetti destacó el extraordinario nivel de conciencia al que, a su entender, habían llegado los trabajadores argentinos “porque los puntos de ese programa no eran que había que aumentar el salario, que había que recuperar los convenios colectivos, porque sabían que eso dependía de un proyecto de nación” que tuviera como objetivos medulares “recuperar los recursos naturales” y “romper con los monopolios”.
Luego, sobre el programa de Huerta Grande, de 1962, observó que era “mucho más sintético”, aunque planteaba “la nacionalización de los depósitos bancarios” y “el desconocimiento de los compromisos adquiridos por los gobiernos de facto con los organismos financieros internacionales”.
Y finalmente le tocó el turno a lo que definió como “la tercera instancia del movimiento sindical”, que tuvo lugar en 1968, un año que ya hacía “prever fuertes movilizaciones populares”. Así surgió la conocida “CGT de los Argentinos”, que tenía su sede en la calle Paseo Colón “no porque fuera una CGT distinta, sino porque no le habilitan nunca a esa CGT funcionar en Azopardo; los militares no la reconocen nunca legalmente, algunos sindicalistas trabajan para que eso no ocurra y precisamente donde sí crece mucho es en el interior del país, donde ya el clima de resistencia era muy fuerte”, aclaró Amichetti.
Por último, como también fue pregonado por los organizadores en la apertura de la actividad, Amichetti se refirió a la situación legal de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y, como era de esperar, convocó a “romper la proscripción” que pesa sobre ella.