“Fue algo sorpresivo para todos y todas”
- Escrito por Victor Pais
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Una amplia mayoría de los docentes de la Escuela Comodoro Clodomiro Urtubey, ubicada en Alejandro Magariños Cervantes 1556, redactó y firmó una carta dirigida a la supervisión del distrito en la cual manifiestan “completa disconformidad y preocupación acerca del cambio de modalidad de Jornada Simple a Completa que se pretende realizar en la escuela 18 D.E. 7, a partir del 12 de septiembre de 2022”. La misiva concluye planteando en términos de exigencia a las autoridades “que se prorrogue el cambio de modalidad hasta inicios del ciclo lectivo 2023, luego de acordar con cada comunidad educativa la manera en la que dicha transición sucedería y garantizando las condiciones que aseguren la calidad educativa”.
El documento fue ingresado el pasado viernes por la mesa de entrada de la sede del distrito, localizada en Apolinario Figueroa 651. La acción fue llevada a cabo por algunos de los firmantes en compañía de otro grupo docente procedente de una escuela pública de Villa Crespo que hizo lo propio, ya que la situación de la Urtubey no es aislada, sino que se enmarca en un plan general del Gobierno de la Ciudad para implementar el mencionado cambio de modalidad a partir del año próximo en todas las escuelas públicas de nivel primario. También concurrieron algunos familiares de alumnos que comparten el reclamo.
“No nos ha llegado ningún papel, ninguna resolución que baje del Ministerio o de la supervisión, pero nos comunicaron de manera informal que nuestra escuela iba a pasar a ser de jornada simple a jornada completa este año en el mes de septiembre, lo cual, como lo sabemos quienes trabajamos en educación, es una locura, porque lo que pretenden hacer es juntar los grados del turno mañana con los del turno tarde”, advirtió a Tras Cartón Ayelén Rabinovich, maestra de 6º grado del turno tarde de la Urtubey y una de las firmantes del documento.
Rabinovich fundamentó: “En cuestiones de organización didáctica y pedagógica no se está teniendo en cuenta que en la misma escuela no somos las mismas docentes las que trabajamos en el turno mañana y en el turno tarde, por ende, las situaciones son diversas. Los chicos y las chicas del turno mañana y los de turno tarde no tienen exactamente el mismo recorrido pedagógico durante el mismo año, entonces, no se está teniendo en cuenta tampoco la diversidad de trayectorias educativas. Tampoco se tiene en cuenta con este cambio de modalidad en medio del ciclo lectivo la importancia de los vínculos socioafectivos que se gestan en la cotidianeidad escolar, lo cual es fundamental para el acto pedagógico. Sería fusionar dos grupos distintos casi a los dos o tres meses de terminar el año escolar. Por otro lado, me parece importante comentar que cuando las escuelas pasan de jornada simple a jornada completa, esto se hace de manera progresiva. ¿Qué significa? Que comienza nada más primer grado, lo que le permite al resto de los grados sostener su escolaridad de jornada simple, sino los niños y niñas que concurren a mi escuela en 6º grado, que es de jornada simple, el año que viene pasarían completamente a la jornada completa y de no ser así porque sus familias no pueden, porque eligen no hacerlo, son expulsados de la escuela de manera indirecta. Entonces al no ser de manera progresiva, como se hizo siempre en la Ciudad de Buenos Aires, genera expulsión masiva de niños y niñas”.
La docente se refirió además a cómo incide la cuestión edilicia en relación a la modalidad: “Nuestra escuela no está condicionada para albergar a la cantidad de niños y niñas que se supone que van a convivir en un mismo espacio desde el 12 de septiembre y, mucho menos, tiene un espacio donde los niños y niñas puedan almorzar. Si el Gobierno de la Ciudad quiere tener escuelas de jornada completa, debería construir escuelas de jornada completa, no convertir a las que ya existen de jornada simple en escuelas de jornada completa”.
Puso luego el acento Rabinovich en el carácter inconsulto de la medida y se expresó con más amplitud sobre el modo en que los docentes recibieron la noticia: “La comunicación no fue clara desde el Ministerio, no contamos con una resolución escrita en la escuela, por ende, a nuestras conducciones, a la dirección de la escuela se la citó en supervisión escolar, y ahí de palabra se le comunicó demandándole trabajo. Porque no fue solo la comunicación. Es una comunicación que requiere de tareas específicas, como ponerse a planificar cómo se va a llevar a cabo esto, y las conducciones de nuestras escuelas nos lo comunicaron a nosotras en el medio de una jornada escolar. No hubo un momento de reunión específica en donde la supervisora del distrito se presentó y nos comunicó a nosotras, trabajadoras de la educación, qué iba a pasar y cómo iba a suceder”. Y resaltó: “Así como para nosotros es un baldazo de agua fría, también lo fue para las conducciones de nuestras escuelas. Fue algo sorpresivo para todos y todas. Nadie, ningún integrante de la comunidad educativa se imaginaba que esto iba a pasar ahora”.
Finalmente, Rabinovich juzgó: “Este pase de modalidad no está basado en las necesidades educativas bajo ningún punto de vista. De hecho es en realidad un recorte a la educación porque esto implica que de 14 docentes que hay hoy en día trabajando en planta en las escuelas va a pasar a haber siete. Es un recorte a la mitad de los cargos. Ninguna de las maestras que estamos hoy en la escuela vamos a estar el año que viene. Me parece importante también destacar que esto tiene que ver con nuestro trabajo, nuestra fuente de trabajo, y el año que viene no la vamos a tener. Un dato más para agregar al recorte que hace el Gobierno de la Ciudad a la educación pública”.
A la par de esta iniciativa de los docentes, padres de alumnos que quieren ser respetados en su elección de que sus hijos continúen disponiendo de la escuela de jornada simple se manifiestan día a día en la puerta del establecimiento escolar: “No quiero que expulsen a mi hijo de la escuela”, señaló enérgicamente Pablo Cruceli, a la vez que sostenía un cartel con una leyenda similar al contenido de su pronunciamiento. Y agregó: “Están queriendo imponer la jornada completa y mi nene no está preparado para eso. No estamos en contra de los demás que quieren jornada completa, pero también queremos que nos entiendan a nosotros”.
La carta completa de los docentes
A la Supervisión del Distrito Escolar 7mo.
Nos dirigimos a ustedes a fin de manifestar nuestra completa disconformidad y preocupación acerca del cambio de modalidad de Jornada Simple a Completa que se pretende realizar en la escuela 18 D.E. 7, a partir del12 de septiembre de 2022.
Como profesionales de la educación sabemos que muchas escuelas de la ciudad, a lo largo de los años, han pasado de ser de Jornada Simple a Jornada Completa. Dicho cambio se ha realizado de manera progresiva, sumando grados de a poco. De ese modo, los espacios pueden ser readaptados, las familias saben qué tipo de jornada ofrecerá la escuela, los grupos se mantienen, docentes que cesan van consiguiendo nuevos puestos de trabajo.
Faltando tres meses para finalizar el ciclo lectivo, consideramos inviable esta forma improvisada y abrupta de cambio de modalidad por diversos motivos: –La reagrupación de dos grados en uno a esta altura del año perjudicaría los procesosde socialización y afectividad entre pares, entendiendo que la construcción de la grupalidad ocupa un lugar central en la trayectoria educativa. Se desvaloriza, asl, el recorrido construido hasta el momento.
–A esta altura del año, la organización familiar se vería afectada al modificar el horario escolar, gran vertebrador de la vida cotidiana. A su vez, dicha modificación no contempla la decisión de las familias que eligen o necesitan, por distintas razones (tratamientos, otras actividades, motivos personales), la jornada simple. De esta manera, las y los estudiantes se verían forzados a abandonar sus escuelas y grupos de pertenencia.
–En cuanto al aspecto pedagógico-didáctico, se pretende la unificación de recorridos diferentes en cuanto a los contenidos, planificaciones y proyectos. Las trayectorias educativas de nuestras y nuestros estudiantes se verían perjudicadas por la desorganización que implica la convivencia de más de una modalidad a la vez. Además, cada estudiante tendría el doble de docentes y recorridos, contemplando docentes de grado y curriculares.
–La adecuación del edificio escolar para alojar a nuevas cantidades de estudiantes requiere tiempo, organización y obras, asi como la adecuación de aulas, comedor, baños y patios. Las condiciones en las que habitaríamos la escuela hasta fin de año serian inadecuadas e insostenibles.
–Es organizativamente inviable llevar adelante una escuela con docentes que tienen cargas horarias de jornada simple y estudiantes de Jornada Completa. A partir de lo mencionado, exigimos a las autoridades que se prorrogue el cambio de modalidad hasta inicios del ciclo lectivo 2023, luego de acordar con cada comunidad educativa la manera en la que dicha transición sucedería y garantizando las condiciones que aseguren la calidad educativa.
Saludamos atentamente, a la espera de una pronta y favorable respuesta. Equipo docente de la escuela 18 D.E. 7mo, "Comodoro Clodomiro Urtubey".