En torno a la “tecnología de la liberación”
- Escrito por Victor Pais
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En el local ubicado en Espinosa 1899, donde funcionan la Unidad Básica Compañero Néstor Kirchner, la Asociación Civil Late Paternal y el Centro de Jubilados Gracias a la Vida, se realizó un encuentro con el ingeniero agrónomo cubano Víctor Pileta Linares, especialista en control biológico y agroecología. “El hambre oculto: que tu alimento sea tu medicina” fue el eslogan con el que convocaron los anfitriones y organizadores de la actividad.
La charla, propuesta por Pileta Linares en términos de diálogo con la concurrencia, tuvo como eje ilustrar sobre el sistema de producción sintrópico a partir de la actividad que el invitado, a quien el presentador de la casa, Gabriel Salomón, señaló como “uno de los iniciadores de lo que hoy conocemos como UTT [Unión de los Trabajadores de la Tierra]”, desarrolla en una finca de su propiedad ubicada en Virrey del Pino, en el partido de La Matanza.
“Las verduras que están en todas las verdulerías están deficientes de un montón de minerales, porque la forma de fertilización la hacen con un derivado del petróleo, con urea”, señaló Pileta Linares como marco conceptual de su exposición y fundamento de la necesidad de sustituir el modo de producción dominante por el sistema que aplica, y tras recordar cómo empezó a poner en práctica procedimientos agroecológicos desde su rol como técnico en la Secretaría de Agricultura Familiar durante el segundo mandato de Cristina Kirchner, expresó que “la idea siempre fue la de la remineralización de los alimentos”.
Tras explayarse con ejemplos sobre esta noción, Pileta Linares la definió como “la tecnología de la liberación”. Y luego, en referencia a un producto de materialidad terrosa que arrojó sobre el centro de la mesa desde donde hablaba y un líquido embotellado ubicado en un lateral de esa misma mesa, manifestó: “Hoy les traje dos pilares básicos: les traje bocashi y caldo sulfocálcico”. Un abono que se produce a través de la fermentación de residuos orgánicos, el primero, y un caldo mineral a base de azufre y cal que se utiliza como insecticida, fungicida y acaricida, el segundo.
“Estoy hablando de lo que es la tecnología de la liberación, para no depender de insumos externos”, enfatizó Pileta Linares. Y tras otras apreciaciones, entre ellas, las cualidades de la ortiga como bioestimulante natural, preconizó: “Hagamos una autocrítica. Nosotros, como consumidores, traccionamos un poco para todo este envenenamiento masivo. Porque esto ha sido un envenenamiento masivo. Hoy estamos todos incubando un cáncer. El cuerpo se quiere defender. No está el manganeso, no está el cobre… Capo, cáncer, una respuesta, ¿qué querés que te diga? Si no tengo para armarme la defensa”.
Destacó Pileta Linares que con el sistema sintrópico ese problema desaparece porque “la planta tiene una nutrición natural” ya que “nosotros no usamos urea”. Se refirió entonces a la importancia de este producto nitrogenado como fertilizante en el desarrollo de los países y seguidamente expuso la contracara de que por lo “altamente soluble” de su naturaleza “provoca diarreas minerales en las plantas”.
Prosiguió su alocución con otras conjeturas y pronto la charla tomó un cariz de diálogo con las inquietudes y observaciones de varios de los presentes.
Una vez finalizada la disertación de Pileta Linares y el interesante intercambio de puntos de vista, y tras quedar picando la organización de una visita a la finca del agrónomo para conocer de modo directo su metodología de trabajo, se realizó el sorteo de dos composteras y se obsequió con un plantín a todos los concurrentes.