Con la pujante sonoridad de Rovira y Piazzolla
- Por Víctor Pais. Foto: Silvia Giser.
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Se presentó en el Centro Cultural Resurgimiento, ubicado en Artigas 2262, el septeto El Estaño, agrupación musical que se dedica con exclusividad a la adaptación e interpretación de las composiciones de Eduardo Rovira y Astor Piazzolla, dos exponentes fundamentales de la renovación del tango en las décadas del 60 y 70 del pasado siglo.
Una pantalla sobre el oscuro cortinado del fondo del escenario con proyecciones de filmaciones primero y a lo largo de todo el concierto después, con una secuencia de fotografías en las que se alternaban imágenes de las dos figuras homenajeadas, se alzaba sobre las cabezas de los siete músicos. Ellos eran Miguel Ortiz (guitarra), Bucky Arcella (bajo), Daniel San José (batería), Magalí Carballo (saxo soprano), Gabriel Herrera (saxo tenor), Fabio Goy (saxo alto) y Horacio Cuello (saxo barítono). Este último además ofició de interlocutor con el público, intercalando entre las magníficas ejecuciones compartidas con sus compañeros no solo títulos y autorías de los temas, sino datos y anécdotas sobre la vida de Rovira y Piazzolla, con los atributos de la brevedad y la sustancialidad para bien del dinamismo y la intensidad que tuvo el espectáculo en su conjunto.
Fue así que después de la primera intervención del septeto con El penúltimo, de Piazzolla, y Sanateando, de Rovira, Cuello habló del boliche Gotán como “único lugar en el que tocaron juntos en la misma noche” los grupos de ambos músicos en 1966.
Con posterioridad, también Cuello se refirió a la resistencia que le oponía el ambiente del tango a la impronta innovadora de la música de ambos, a cómo reaccionaban ante esto sus distintos temperamentos y a lo que finalmente los emparentaba: “Piazzola iba al frente, se tiraba con todo, y Rovira era más perfil bajo, como se dice, no tenía tanta estridencia. Pero los dos eran muy convencidos de la música que hacían. Estaban totalmente jugados”.
Además de los temas mencionados, el septeto interpretó, con su formación total, cuatro creaciones más de cada uno de los compositores inspiradores de la propuesta. De Piazzolla: Soledad, Nuestro tiempo, Resurrección del ángel y Michelángelo 70. Y de Rovira: Taplala, A Evaristo Carriego, Majo majú y Que lo paren (este último fue el elegido para el bis fervorosamente reclamado por el público).
Asimismo, en el curso del concierto se tocaron dos temas con formaciones parciales del grupo: Contrabajeando, de Piazzolla y Aníbal Troilo, por el trío del guitarrista, el bajista y el baterista; y Triste oscuro, de Rovira, por el cuarteto constituido por esos tres músicos más el ejecutante del saxo tenor.