24M Con la mira puesta en el medio ambiente
- Escrito por Victor Pais
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En el Bosque de la Memoria de la Facultad de Agronomía de la UBA, se realizó una charla organizada por el Espacio Ambiental de Agronomía rotulada “Orígenes de la deuda externa y su continuidad en el extractivismo ecocida y genocida de hoy”. La charla constituyó una más de las actividades efectuadas en el vecindario en el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Los disertantes fueron Beverly Keene, economista, integrante de Diálogo 2000 y referente de la Autoconvocatoria x la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda; Guillermo Folguera, investigador y docente del área de Historia de la Ciencia y Filosofía de la Biología en CONICET-UBA; Guillermo Kane, profesor de historia y dirigente del Partido Obrero; y Enrique Mamani, integrante de la Organización de Comunidades de Pueblos Originarios (Orcopo).
Keene basó su intervención en “la idea central de que la deuda no es un problema económico” sino “político”. Luego de trazar un recorrido de la evolución internacional en los aspectos monetarios, comerciales y financieros, desde los Acuerdos de Bretton Woods hasta la aprobación en julio de 1976 por parte de Estados Unidos de la Ley de Inmunidades de Soberanos Extranjeros, ubicó esta última medida como la coronación de un proceso con el cual se crearon las condiciones para el inicio de la etapa en que “la deuda se convierte en instrumento privilegiado de la expansión del sistema capitalista, con todo el motor puesto en lo que es la economía especulativa y la creación de esa demanda de deuda”. En un tramo posterior sostuvo: “Se crearon las condiciones con el golpe de Estado, con la represión, con los cambios en las legislaciones en la Argentina y a nivel mundial para permitir ese ingreso masivo de capitales”.
La economista introdujo el aspecto ambiental al referirse a que hemos ingresado a “una nueva etapa donde la valorización del capital ya no encuentra suficiente fuerza en los propios mercados financieros sino que está buscando nuevas fronteras”. Y precisó: “La frontera es en la tierra, es en todo lo que existe en el mundo, y el acaparar tierra ya no es suficiente hoy, tenemos que acaparar la tierra pero también la función de las plantas, la absorción de carbono de los árboles, todo lo que es la impronta de la economía capitalista verde”.
Asimismo, Keene puntualizó que “la deuda sigue siendo una herramienta de ese proceso de capitalización de todas las funciones de la vida y de la naturaleza”.
En el tramo inicial de su exposición, Folguera formuló el siguiente interrogante: “¿Qué hay en la dictadura y en esta forma de democracia que tenemos actualmente que explica gran parte de lo que nos está pasando en términos socioambientales?”.
Definió luego “etapas de esta historia socioambiental”. En primer lugar, “la década del 70 que en términos socioambientales generó una matriz, una forma particular de pensar, que es pensar que donde se produce no se vive y donde se vive no se produce y que los territorios son territorios a disposición del capital”; luego, la década del 90, en la cual “nace casi todo el cinturón de leyes que va a involucrar agronegocios, megaminería y fracking” y desde la cual “el Estado argentino no controla nada”; y finalmente al período que arranca desde 20 años atrás hasta el presente con “este Estado que no controla, que no monitorea, que hace como que no sabe, a pesar de que las comunidades le gritan en el oído” y que caracterizó como “el Estado soñado por la dictadura”.
Acerca de este último periodo, Folguera mencionó que en él se concretó “otra herramienta institucional clave para explicar mucho de lo que nos pasa hoy, que son los convenios públicos privados”. Y explicó: “Si yo les achico un poquito el presupuesto a universidades y centros de investigación, tienen que buscar sus entradas, y entonces genero convenios y armo estructuras mixtas”, por lo que, después de enumerar varios ejemplos, sintetizó: “La configuración dictatorial democrática ya fue hecha y tiene que ver con pensar al Estado básicamente como un agente de negocios”.
Cerca de la culminación de su exposición, expresó: “Cabe que esta charla sea acá en una facultad pública porque el nivel de entrega que tienen nuestras instituciones públicas es lamentable, donde los centros de estudiantes –habrá excepciones– es lamentable el rol que tienen, y donde los colegas que a mí me tocan como investigador del CONICET silencian estas cosas y buscan como acomodarse y después no les hace ruido marchar un 24 de marzo, no les hace ruido esa disociación”.
Planteó Kane a su turno que “es inevitable pensar en la relación entre saqueo ambiental y el problema de la deuda externa”. Y en torno a esta reflexión más adelante sostuvo: “Vivimos de manera directa cómo un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario ha acelerado la presión de un saqueo ambiental que lleva a un choque con la población”.
Mamani, último disertante, dijo que “el capitalismo es el que decide cómo tenemos que sembrar, cómo tenemos que vivir, y el capitalismo es consecuencia del eurocentrismo y la colonización”.
En un pasaje posterior, manifestó: “Quiero que mis hijos y los hijos de mis hermanos se eduquen como nosotros pensábamos antes de que llegara la colonia, que piensen y que imaginen que somos parte de la naturaleza, que debemos defender la Pachamama, y el Estado no nos da esa posibilidad”.
Sobre el final de su prédica, desafió: “Los pueblos originarios tenemos la capacidad de generar una alternativa para la humanidad, pero realmente una alternativa para la humanidad, adonde podamos vivir en equilibrio con nuestra madre naturaleza”.