La batalla de Tucumán
- Por Miguel Ruffo
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Se cumplen hoy 210 años de la gran victoria obtenida en Tucumán frente a los realistas por el Ejército del Norte de las Provincias Unidas del Río de la Plata al mando de Manuel Belgrano. A propósito del aniversario, reproducimos parcialmente la nota que realizamos sobre el acontecimiento para la edición impresa de Tras Cartón de septiembre de 1996.
Después del triunfo de la revolución de Mayo uno de los principales problemas a los que tiene que hacer frente la Junta de Gobierno es imponer su autoridad en el conjunto de las provincias del ex virreinato. De allí las expediciones político-militares al interior. Una de ellas es la correspondiente al Ejército del Norte. La primera campaña (1810-1811) había concluido con la derrota de Huaqui y la pérdida, por primera vez del Alto Perú para la revolución.
A principios de 1812 Manuel Belgrano es nombrado comandante del ejército del Norte: se hace cargo de su jefatura en la ciudad de Tucumán. Hubo de levantar la moral del ejército, de organizar la producción de armamento y de recaudar recursos de la sociedad tucumana. Después de avanzar hasta Jujuy, anta la ofensiva de las fuerzas españolas del general Tristán, comienza a retroceder. El triunvirato le había dado órdenes de bajar hasta Córdoba. Es que el gobierno concentraba todo su interés en la defensa de Buenos Aires amenazada por los realistas desde Montevideo. Belgrano, consciente de lo inoportuno de retroceder hasta Córdoba decidió enfrentar a los realistas en Tucumán. Había comprendido la importancia de esta ciudad como centro de operaciones del ejército y como límite sur infranqueable en la guerra.
Dos días después de consumada la victoria, Belgrano da cuenta de ella a la Junta de Gobierno a través del siguiente parte: “La Patria puede gloriarse de la completa victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de las Mercedes bajo cuya protección nos pusimos: siete cañones, tres banderas y un estandarte, cincuenta oficiales, cuatro capellanes, dos curas, seiscientos prisioneros, cuatrocientos muertos, las municiones de cañón y de fusil, todos los bagajes, y aun la mayor parte de sus equipajes, son el resultado de ella: desde el último individuo del Ejército hasta el de mayor graduación se han comportado con el mayor honor y valor: al enemigo le he mandado perseguir, pues con sus restos va en precipitada fuga: daré a Vuestra Excelencia un parte pormenor, luego que las circunstancias me lo permitan. Dios guíe a Vuestra Excelencia muchos años. Tucumán, 26 de septiembre de 1812. Excelentísimo Señor. Manuel Belgrano”.
Ilustración: Batalla de Tucumán. Óleo del pintor, dibujante e ilustrador Francisco Fortuny (España, 1865 - Buenos Aires, 1942).