6 de octubre de 2012
POR EL CONFLICTO CON LAS FUERZAS DE SEGURIDAD
Se pronuncian autoridades porteñas
Miembros de los poderes ejecutivo, legislativo y comunal de la ciudad se pronunciaron sobre la grave situación surgida a raíz del conflicto que mantienen sectores subalternos de la Prefectura Naval y de la Gendarmería con el Gobierno nacional.
Del jefe de Gobierno
En un mensaje difundido desde el Palacio Municipal, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, hizo un llamamiento a los “miembros de las fuerzas de seguridad” para que asumieran que “tienen una responsabilidad mayor que otros trabajadores” y los instó a que volvieran “a sus casas” y abrieran “un canal de diálogo para que el Gobierno nacional” pudiera “enmendar los errores”.
“Creo que nuestro país tiene un enorme futuro por delante”, comenzó diciendo Macri, pero aclaró que “lo vamos a poder alcanzar si todos apostamos a defender las instituciones”.
Y prosiguió: “Yo estoy comprometido profundamente con la defensa de nuestra democracia y de nuestras instituciones, y creo que cualquier tipo de conflicto tiene que ser resuelto dentro del marco que fija la vida institucional del país”.
A continuación se dirigió a los “miembros de las fuerzas de seguridad” para expresarles: “Yo los entiendo profundamente, sé que llevan prácticamente una década de maltratos, de falta de respeto, de humillaciones [por parte] de un Gobierno nacional que ha improvisado sistemáticamente en sus políticas de seguridad, y por ello ha fracasado, y que no ha reconocido los esfuerzos que ustedes han hecho”.
“Quiero decirles también que somos muchos los argentinos que les reconocemos ese esfuerzo, pero también quiero pedirles que ustedes asuman que tienen una responsabilidad mayor que otros trabajadores, porque a ustedes les hemos delegado una autoridad importante, y es la que tiene que ver con cuidarnos a todos los argentinos”, manifestó.
Y los exhortó: “Por eso les pido que vuelvan a sus casas, que vuelvan con sus familias, que abran un canal de diálogo para que el Gobierno nacional pueda enmendar los errores que haya cometido; ustedes no pueden tomar la calle”.
En cuanto a “los argentinos en general”, consideró después que “cualquier momento difícil que tengamos que asumir tiene que reafirmarnos en apostar a la convivencia, al respeto, al diálogo, a la unidad nacional, al trabajo en conjunto” e insistió en que “tenemos un enorme futuro, pero solamente apostando al respeto a las instituciones es que lo vamos a concretar”.
Por último, remarcó: “Y nosotros, los dirigentes políticos, tenemos que resolver los temas concretos de la gente con soluciones concretas y no apelando a fantasmas”.
De autoridades legislativas
En línea con la posición del Ejecutivo porteño, los vicepresidentes primero y segundo de la Legislatura, Cristian Ritondo (Pro) y Juan Carlos Dante Gullo (FpV), respectivamente, suscribieron un documento conjunto que titularon “Acatar la Constitución para vivir en democracia y en paz”.
Sostienen en primer término que “la vigencia plena de la Constitución Nacional requiere el acatamiento a la legalidad sin concesiones, porque no hay sistema democrático viable sin respeto a las instituciones de la República”.
“Por tanto”, continúan, “ante la crisis desatada en algunas fuerzas de seguridad llamamos a sus responsables a adoptar mecanismos de peticiones dentro de lo que la ley ordena, para garantizar la paz social y la convivencia de todos los argentinos”.
Finalmente, instan “a los responsables y protagonistas del conflicto en ciernes a adoptar las medidas que la verticalidad institucional impone y a actuar en consonancia con su deber en salvaguarda de la seguridad ciudadana, que es la tarea específica de las instituciones a las que pertenecen”.
De la izquierda
Muy distinto es el análisis que hace el diputado de la Ciudad Alejandro Bodart (MST en Proyecto Sur) quien, en declaraciones a un medio partidario, señaló que el conflicto “para nada tiene que ver con lo que intenta mostrar el Gobierno” y también “el Pro, que intentan ver un intento golpista o que está en riesgo la democracia” sino que “acá lo que hay es una movilización por salario” y que “contextualizado así, es un conflicto que hay que apoyar”.
Bodart empezó por explicar que “es importante contextualizar en qué marco se da este conflicto” y consideró: “Hay un cambio grande que se está dando en la sociedad y que ha tenido distintas expresiones en el último tiempo: una muy importante y masiva ha sido la que las clases medias protagonizaron el 13 de septiembre en la ciudad y en todo el país”.
El legislador destacó asimismo “la infinidad de luchas que se está dando en el movimiento obrero y en los demás sectores populares, y que va a tener otra expresión dentro de unos días con el paro de la CTA, y a la cual se ha sumado la CGT de Moyano”.
Sostuvo que “en ese marco de bronca y de movilización social hay que entender este conflicto, que para nada tiene que ver con lo que intenta mostrar el Gobierno, y a lo cual se han sumado otras fuerzas de oposición como el Pro, por ejemplo, que intentan ver un intento golpista o que está en riesgo la democracia”.
Afirmó que “acá lo que hay es una movilización por salario, porque les han descontado entre el 30 y el 40%” y que “cualquier trabajador haría lo mismo si de golpe encontrara que a su salario se lo han recortado a ese nivel”.
Dijo también que “a partir de ahí se han sumado otros reclamos que tienen que ver también con las condiciones de trabajo” y enfatizó que “contextualizado así, es un conflicto que hay que apoyar”.
A renglón seguido, aclaró: “Somos conscientes de que estamos hablando de fuerzas de seguridad que tienen mucho que ver con la represión al conflicto social, y que en el interior de la fuerza hay sectores de derecha, que incluso pueden llegar a rememorar algo del pasado”.
Pero, en su opinión, “no es esto lo que prima” sino “la bronca legítima de los sectores subalternos contra el Gobierno por este recorte, y también contra la oficialidad que gana sueldos millonarios mientras que ellos hasta padecen una situación de hambre y de miseria”.
Observó que “también ha aparecido allí el reclamo de sindicalización” y manifestó que “es muy importante ayudar a que este proceso se desarrolle, porque sería la forma de que las fuerzas que están pensadas para reprimir al pueblo y no para cuidar la seguridad se juntaran con la clase obrera y con los sectores populares, y por esa vía pudieran romper de una vez por todas con la obediencia debida y cuestionarse la represión”.
De la Comuna 11
A su vez Carlos Guzzini, presidente de la Comuna 11 y reconocido dirigente local del Pro, manifestó al respecto que “este problema sindical debe resolverse en el marco institucional” y aconsejó “dejar la soberbia de lado” y “escuchar y resolver los conflictos con celeridad y sin afectar los derechos de nadie”.
Lo hizo en una declaración formulada a nuestro requerimiento y titulada “La palabra como instrumento”, en cuyo primer párrafo expresa su “rotundo compromiso con las instituciones de la democracia”, se manifiesta “un ferviente defensor del diálogo como herramienta fundamental para la resolución de conflictos” y sostiene que “este problema sindical debe resolverse en el marco institucional, teniendo a la palabra como instrumento para solucionarlo”.
A continuación, expresa: “Comparto plenamente lo expresado por Mauricio Macri, un mensaje breve y contundente donde destaca que gendarmes, prefectos y policías tienen una ‘responsabilidad mayor a las de otros trabajadores’ aunque entiende su situación, que ‘lleva una década de maltratos, de falta de respeto, de humillaciones’”.
Después de resaltar otros conceptos vertidos por el jefe de Gobierno en el mensaje que citamos al principio de este informe, Guzzini advierte que “estamos viviendo momentos de gran crispación”, cosa que no le gusta, y precisa que el actual es “tiempo de mucha intolerancia, de mucha soberbia, donde nadie se pone en el zapato del otro, donde todos creemos que la nuestra es la verdad”, y subraya: “Parece que hemos perdido la capacidad de diálogo”.
A renglón seguido, se define: “Me apasiona la política, disfruto el trabajo que hago, busco permanentemente dar solución a los problemas que se plantean en el día a día; toda mi gestión está basada en el diálogo, en el acuerdo con los que tienen posiciones diferentes”.
Y concluye: “Por eso, creo que tenemos que dejar la soberbia de lado y poner el oído, escuchar y resolver los conflictos con celeridad y sin afectar los derechos de nadie”.
De la Comuna 15
Por su parte Carlos Méndez, representante de Buenos Aires para Todos en la Junta Comunal 15 y vicepresidente de ese partido, en diálogo con Tras Cartón estimó que los protagonistas del conflicto “tienen derecho a reclamar que se les restituya lo que venían cobrando” y que “se los llama golpistas cuando, como cualquier trabajador, pretenden tener un salario digno”.
“A mí me parece exagerado que se compare a este conflicto con la experiencia de Paraguay que culminó con la destitución del presidente [Fernando] Lugo, ya que no se puede ignorar que acá hubo un decreto que le recortó el sueldo a la mayoría del personal subalterno de las fuerzas de seguridad, con lo cual tienen derecho a reclamar que se les restituya lo que venían cobrando, y que además se blanqueen las sumas no remunerativas de sus salarios, que en muchos casos supera el 50% del total percibido”, nos dijo.
Consideró que “el hecho de que todo aquel que tiene una queja contra el Gobierno nacional pase a ser acusado de destituyente es un despropósito” y que “con ese criterio, pasaría a ser destituyente cualquier vecino que reclamara por el pésimo servicio de transporte público, por ejemplo”.
Aclaró que “no es lo mismo un vecino que un uniformado, obviamente la connotación es otra” pero señaló que “en este conflicto los reclamos no son los que hacían los carapintadas, que eran netamente políticos”.
Subrayó que “acá hay un reclamo salarial que no tiene intencionalidad política” e hizo notar que, en su protesta, los uniformados “no están levantando ninguna reivindicación político- partidaria, no están pidiendo inmunidad, ni designar al comandante de la fuerza, ni participar en la formulación de las políticas de defensa, sólo están haciendo un reclamo gremial por una mala liquidación de haberes”.
Y puntualizó: “No sé por qué se los llama golpistas cuando pretenden tener un salario digno como cualquier trabajador y, como cualquier trabajador, están en sus lugares de trabajo, exponiendo los mismos reclamos que uno escucha en cualquier protesta gremial de cualquier fábrica”.