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“Rechazamos toda participación del Ejército”

“Rechazamos toda participación del Ejército”

“La Ciudad es tan autónoma como el resto de las provincias y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance y nuestra responsabilidad para garantizar esa autonomía”. Esto dijo ayer el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, durante la conferencia de prensa en la que fijó su posición sobre las medidas restrictivas que, frente a la nueva ola de la pandemia, había anunciado el día anterior el presidente de la Nación, Alberto Fernández, oficializadas en el Decreto de Necesidad y Urgencia 241/2121.

Acompañaron al jefe de Gobierno el vicejefe, Diego Santilli; el jefe de Gabinete, Felipe Miguel; los ministros de Salud y de Educación, Fernán Quirós y Soledad Acuña, respectivamente, y el secretario de Transporte y Obras Públicas, Juan José Méndez.

Las medidas

Como es de público conocimiento, el presidente Fernández comunicó por cadena nacional que en el Área Metropolitana de Buenos Aires –AMBA- desde las cero horas de hoy y hasta el 30 de este mes, regirán las siguientes restricciones: entre las 20 y las 6 de la mañana siguiente no se podrá circular por las calles;  quedan suspendidas todas las actividades recreativas, sociales, culturales, deportivas y religiosas que se desarrollen en espacios cerrados; los comercios solo podrán permanecer abiertos entre las 9 y las 19, y los locales gastronómicos estarán cerrados en el  horario nocturno salvo en las modalidades de reparto a domicilio y retiro en el establecimiento. 

“Todas estas medidas incluyen también la suspensión de clases”, dijo el presidente, quien precisó que “los colegios tendrán clases hasta el día viernes [por hoy] inclusive, y a partir del día lunes [próximo] y hasta el día 30 de abril recibirán clases de modo virtual los alumnos”.

A renglón seguido, manifestó: “Esta decisión que acabo de tomar voy a hacerla cumplir con las fuerzas federales: la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Nacional y la Policía Aeroportuaria quedan afectadas al control de las medidas sanitarias que acabo de disponer. A su vez, le he pedido a las Fuerzas Armadas que colaboren en la atención sanitaria de nuestra gente: personal de las Fuerzas Armadas, oficiales y suboficiales del Ejército se ubicarán en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires ayudando a prestar asistencia sanitaria, con el control de test con el alcohol y con el cuidado que el momento sanitario nos exige”.

El decreto incluye otras restricciones, como el cierre de centros comerciales y shoppings y el uso exclusivo del servicio público de transporte para los trabajadores esenciales.

El diálogo roto

Por su parte, el jefe de Gobierno porteño comenzó su exposición considerando que “en la ciudad, en el país, en el mundo entero estamos viviendo una situación muy difícil, la más difícil desde que tenemos recuerdo, enfrentando una pandemia que nos llena de angustia y de incertidumbre, que pone en juego nuestra salud, la educación de nuestros hijos, nuestro trabajo, la actividad económica, todo lo que hace a nuestro bienestar integral”. Y acotó: “Es una situación muy dolorosa para todos, pero estoy convencido de que vamos a salir adelante juntos”.

Seguidamente, refirió: “En la Ciudad, desde el primer día, tomamos la decisión de enfrentar esta pandemia con planificación, con transparencia y con diálogo: entendemos que en un momento tan duro nuestra responsabilidad es transmitir certidumbre, información transparente y tranquilidad a la gente, y siempre poner su bienestar por encima de cualquier diferencia política”.

En ese sentido, continuó: “Sostuvimos siempre la cooperación con el gobierno nacional y con el gobierno de la provincia porque estamos convencidos de que el diálogo y el consenso son el mejor camino para cuidar la salud de la gente, pero también para cuidar su trabajo y su educación”.

Y remarcó: “Esta forma de trabajo ayer [por anteayer] se rompió: el Gobierno nacional, no entiendo por qué, por primera vez tomó medidas sin consultarnos”. Expresó además: “Es inentendible que un presidente no dialogue con un jefe de Gobierno o con el resto de los gobernadores; de hecho, al día de hoy [por ayer] varios gobernadores ya expresaron su desacuerdo con las medidas tomadas”.

El plan de vacunación 

En otro tramo de su discurso, aseguró que “no se resuelve esto con medidas sorpresivas e inconsultas, sino teniendo un plan de vacunación rápido y transparente donde se vacune rigurosamente, según el orden de riesgo que tenga cada uno, sin privilegios”. Al respecto, agregó: “En la Ciudad vacunamos apenas nos entran las vacunas, vacuna que entra, vacuna que se aplica: de las 608.000 que recibimos hasta hoy [por ayer] ya aplicamos el 95%”. E informó de una alarmante situación: “Por eso, en la Ciudad mañana viernes [por hoy] nos quedamos sin vacunas”.

En una de sus definiciones más duras, afirmó que “el Gobierno nacional está tomando medidas más restrictivas porque no cumplió con el plan de vacunación, y la cantidad de vacunas que se comprometió a fin del año pasado, esa es la realidad, y ahora que no pueden cumplir decidieron cambiar la estrategia”.

En cuanto a la adquisición de vacunas por parte de jurisdicciones interiores, refirió: “Hasta la semana pasada, la compra de vacunas estaba totalmente centralizada en el Gobierno nacional, que es como funciona en todos los países del mundo: esto nos lo transmitieron infinidad de veces, cuando preguntamos, tanto el ministro anterior de Salud como la actual ministra, y así lo dice por escrito el plan de vacunación que ellos mismos publicaron”.

Pero concedió: “Vamos a hacer todos los esfuerzos posibles por conseguir vacunas y ponerlas a disposición del país entero, del Gobierno nacional y de las provincias; sin embargo, debo decir que la primera ronda de contacto que hicimos esta primera semana nos muestra que es muy difícil que una jurisdicción consiga vacunas en un corto plazo, las empresas las tienen comprometidas por todo el año”.

Las otras medidas  

“Respecto de las medidas relativas a la nocturnidad, al esparcimiento, a la actividad comercial, a la circulación”, prosiguió, “lo mismo: no fuimos consultados. Nuestra posición en esto hubiera sido coherente con lo que veníamos trabajando, hubiera sido ‘esperemos que pasen los diez o doce días que requiere el ciclo de contagios para poder ver los resultados, evaluar la evidencia y en ese momento pensar si eran necesarias otras medidas”.

Admitió que “habiendo un decreto de necesidad y urgencia del presidente de la Nación, que tiene fuerza de ley y por supuesto está por encima de las normas locales, hay que cumplirlo”, pero enfatizó: “Lo que rechazamos totalmente es toda participación del Ejército y de las fuerzas federales en las calles de la Ciudad”. Y sostuvo: “La Ciudad es tan autónoma como el resto de las provincias y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance y nuestra responsabilidad para garantizar esa autonomía”.

Suspensión de clases presenciales

Estimó a continuación que “la educación es un caso aparte”,  manifestó el completo desacuerdo de su gobierno “con la decisión de suspender las clases presenciales” y mencionó “las devastadoras consecuencias que tuvieron las escuelas cerradas”.

Después de detallar varias de esas consecuencias, se preguntó: “Si los chicos no están en la escuela, ¿dónde van a estar? ¿Solos en su casa, o en la calle? ¿Quién los va a cuidar, quién va a dejar de trabajar el lunes para ocuparse de los chicos?”.

Indicó al respecto que “un informe del Gobierno nacional junto con UNICEF [Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia] muestra que en el 85% de los hogares son las mujeres las que se ocupan de estas tareas” y se preguntó si “van a ser las mujeres las que van a tener que volver a no ir a trabajar, dejando de lado su trabajo, arriesgándose incluso a perderlo, para cuidar a los chicos”.  

Reafirmó su convicción de que “los chicos y las chicas de la ciudad de Buenos Aires, el lunes, tienen que estar en las aulas” y se comprometió: “Vamos a hacer todo lo que tengamos a nuestro alcance para poder lograr que así sea, tenemos tres o cuatro días para retomar el diálogo que el Gobierno nacional cortó, por eso le pido al presidente de la Nación si nos podemos reunir hoy mismo, esta tarde [por la de ayer]”. Por otra parte, anunció: “También vamos a presentar un amparo ante la Corte Suprema de Justicia para que se trate de manera urgente”.  

Resaltó que “está demostrado que la educación presencial, cumpliendo los protocolos, no genera mayor riesgo de contagio, por eso las clases no pueden suspenderse”, que “no podemos hipotecar el futuro de los chicos” y que “el aula más peligrosa de todas es el aula que está cerrada”.

En los tramos finales, manifestó su convencimiento de que “no es el miedo lo que nos va a hacer cambiar las conductas, es la información transparente, es la convicción de que trabajando juntos vamos a salir adelante”.  

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