“Que cada persona sea lo que quiere ser”
- Escrito por Victor Pais
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Se realizó en la Biblioteca Ciencia y Labor de la Asociación Vecinal Villa General Mitre, ubicada en César Díaz 2453, una charla informativa cuyo disparador fue la pregunta “De qué hablamos cuando hablamos de diversidad de género”. La actividad, en la que estuvo presente el presidente de la mencionada asociación vecinal, Pablo Salcito, fue organizada por Graciela Orellana, bibliotecaria de la institución, quien ofició de presentadora, y por Claudia Rizzo, la expositora e impulsora del proyecto Arco Violeta, asociación civil dedicada a la ayuda y prevención en violencia de género, especialmente en el ámbito del fútbol y el deporte.
En su intervención, Rizzo se refirió a “una sociedad que dice que lo binario es lo correcto, varón y mujer, que lo demás está por fuera o es lo anormal”, y calificó a ese punto de vista como “absolutamente erróneo”. Argumentó luego retóricamente: “¿Qué sucede cuando las diversidades y las desigualdades y el género se sienten excluidos? Hay violencia. Hay violencia porque esas personas no pueden ser y transmitir lo que realmente quieren hacer de su vida”.
A título seguido subrayó “la importancia que tienen el club de barrio, las instituciones, las organizaciones culturales, sociales, políticas, de abrir el abanico para poder mirar al ser, de poder mirar a las personas en su esencia, de que cada persona pueda ser lo que quiere ser, independientemente de la normativa que nos dice que nosotros tenemos que cumplir unos roles predeterminados, que son los de varón y los de mujer”.
Tras señalar que “hoy se ven cada vez más niños que son ‘diferentes’”, y que esos niños “pueden y quieren elegir”, Rizzo introdujo el tema de la Educación Sexual Integral (ESI) y afirmó que “estamos en una sociedad que no está preparada todavía para ello” y que “por eso hay tantas trabas para que en los colegios se dé”. Y agregó: “Los padres creen que nos vamos a meter con la sexualidad de los niños y no es así. Lo que se busca es que cada niño y cada persona sea lo que quiere ser en la vida”.
De esta última afirmación, Rizzo dedujo que “tampoco en los clubes debe haber deportes para niños y deportes para niñas”. Y completó la idea: “Debe estar en claro que los deportes son para todos por igual, que no existe un sexo y un género para hacer determinado deporte”.
Sin detenerse, volvió a poner énfasis en el rol que imagina para las instituciones: “Que den cuenta real de lo importante que es asistir a un niño, cuando vemos que ese niño no encaja con lo que esperamos que tuviera que encajar”. Y exhortó a que ante los niños debemos “estar atentos, darles contención, igualdad, equidad, poder verlos de manera que se puedan expresar libremente porque así vamos a tener una sociedad más justa y libre de violencia”. Pues, alertó la expositora: “Tenemos una sociedad donde cada 34 horas matan a una mujer o matan a una persona de género trans de la que nadie habla y donde empezamos con la primera violencia que es la palabra. Tenemos naturalizada la violencia desde la palabra, desde menospreciar, desde menoscabar, de manipular, de agredir, de insultar, de omitir y de ser indiferentes”.
Antes de finalizar su alocución para dar curso al debate, Rizzo detalló que “Arco Violeta es el proyecto que tiende a trabajar sobre los varones con la consigna ‘Vivas las queremos’”. Y amplió: “Que sean ellos los que se manifiesten a favor porque las mujeres y los feminismos sí debemos llevar las banderas, sí debemos tener las consignas, pero es en una sociedad en su conjunto con varones, con mujeres, con diversidad que debe acompañar todo lo que tiene que ver con la violencia por motivos de género”.
Durante el intercambio entre la concurrencia, se mencionó el proyecto de Protocolo de Atención e Intervención para Casos de Violencia de Género para Clubes e Instituciones Deportivas de la CABA que elaboró la Defensoría del Pueblo en 2020: “Tiene que ver con las herramientas que tiene el club para sancionar a una persona”, explicó Rizzo. Y aclaró: “Obviamente no se aplica para todo igual. Primero puede tener una sanción, después puede ser expulsada del club, o sea, va a haber diferentes instancias, depende de la situación. No es lo mismo una persona que te maltrate verbalmente que una persona que te acose sexualmente o una persona que directamente tenga una agresión a tu persona”.
A renglón seguido, Rizzo consideró oportuno informar que “el club también tiene un recursero y en ese recursero están todos los lugares de CABA, todos los centros integrales de la mujer donde se puede acudir en caso de violencia por motivos de género, y todos los juzgados de familia y de minoridad”. Al respecto advirtió: “Es importante que se tenga a mano porque uno nunca sabe en qué momento los puede llegar a necesitar por cualquier situación que se pueda llegar a dar, pero es impensado hoy que cualquier club, no solamente de Capital sino de la República Argentina, no tenga un protocolo por motivos de violencia de género”.