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TRAS CARTÓN   La Paternal, Villa Mitre y aledaños
 25 de abril de  2024

30 de junio de 2011

ELECCIONES DE COMUNAS: HABLAN LOS CANDIDATOS. HOY: IGNACIO CREVENA

“La comuna tiene que ser eficiente en la gestión”

Por Víctor Pais

En la Comuna 15 el director del Centro de Gestión y Participación, Ignacio Crevena, es el primero de la lista de candidatos del Pro para integrar la Junta Comunal. En diálogo con Tras Cartón expuso las razones de su postulación y los criterios con los que va a trabajar como eventual integrante de dicho organismo.


–¿Qué diagnóstico hacés de la situación de la comuna después de cuatro años de gestión como director del CGPC?
Creo que hoy es cuantitativa y cualitativamente muy superior la situación de los barrios de la Comuna 15. Obviamente, hay cosas que son soluciones de fondo y que requieren de una acción específica, y otras que son constantes y que requieren de una gestión permanente, como aquellas materias que son exclusivas de la comuna, que es cuidado y mantenimiento de las calles, las veredas, el espacio público… Sobre eso se puede trabajar mucho, pero al margen de que se trabaje mucho, la demanda siempre vuelve a surgir porque es permanente la necesidad de estar haciendo acciones. Distinto es el aliviador del Maldonado, el Metrobús, los desalojos de los predios tomados (como fue el de La Lechería, en La Paternal), la creación de la Policía Metropolitana… Varias de las cosas de gestión que hicimos, que son de una vez, y de esa vez para adelante, y todo suma y mejora. En líneas generales, la mayoría de la gente evalúa muy favorablemente nuestra gestión, aun en nuestra comuna, que no es de las más fáciles para nuestro signo político.

–¿Qué motivó tu postulación?
Nosotros, durante el año pasado y parte de este, fuimos auditados por la Auditoría de la Ciudad de Buenos Aires, un órgano absolutamente independiente del Ejecutivo. El resultado de las encuestas promovidas por la Auditoría sobre la evaluación que hace el público en términos de atención da que el 90% de la gente que viene acá a hacer trámites se va satisfecha y muy satisfecha. La diferencia es abismal con lo que pasaba cuando yo asumí. La gente se iba en su mayoría enojada, bramando, y hoy la gente que viene acá se va en corto tiempo y satisfecha con los trámites. Eso es gestión. Lo demás son palabras. Entonces, como se evaluó favorablemente mi gestión y saben que conozco muy bien el barrio y, obviamente, apoyo a Macri y al proyecto político que él pueda encarnar, se entendió que el mejor lugar para mí era este.

–¿Considerás que se puede dar un salto de calidad a partir de la implementación del nuevo sistema?
Yo necesariamente tengo que tener una mirada objetiva porque hoy soy un funcionario público. El resto de los candidatos son eso: candidatos. La mayoría de los de nuestro partido nunca estuvieron en la gestión pública, nunca administraron. A veces, cuando los escucho, recuerdo lo que yo decía antes de ser funcionario. La verdad es que yo tengo enormes expectativas en términos de la descentralización, porque creo que es absolutamente esencial. Una ciudad como esta, con la cantidad de habitantes que tiene y con la cantidad de problemas para resolver que hay, no puede tener una concentración sobrecargada de la administración de un montón de cuestiones de gestión en un funcionario o un ministro. Pero tengo algunas dudas de cuál va a ser la ansiedad de la gente en términos de encontrar respuestas rápidas y de la realidad del armado de las comunas, que va a requerir, primero, mucha responsabilidad política por parte de los que seamos electos. Acá hay que entender que no es que yo te gano y entro yo y vos no entrás. Acá vamos a entrar la mayoría de los partidos que hoy tienen representación en la ciudad. Vamos a ser parte del mismo Ejecutivo. Va a haber que entender que, al margen de la discusión, son mucho más importantes los acuerdos, porque acá hay que gestionar y ejecutar, y al vecino no le importa de quién es la idea. Le importa que lo que él quiere se lleve adelante. Si eso no es sanamente interpretado por sus miembros, la comuna va a tener dificultades de arranque y de desarrollo. Esto no sólo implica tener la plata en el banco, el presupuesto, las atribuciones, sino gestionar y tomar decisiones. Creo que los que ingresen a partir del 10 de julio van a tener que hacer un rápido aprendizaje de convivencia política, porque si no el modelo puede jugar en contra de lo que no tiene que fallar, que es la descentralización.

–La idea es que se hace muy indispensable la convivencia política, entre otras cosas porque se trata de un sistema de gobierno colegiado.
Absolutamente. Cuando uno contesta preguntas y responde a los periodistas, además del deber de vender o de ejercitar el sano derecho a postularse y de mostrarse como el más capaz, tiene el deber de informar correctamente, y yo veo que hay mucha gente que habla de cuestiones en que la comuna de movida no va a intervenir. Si yo a la gente le estoy explicando o dándole a conocer proyectos que yo tengo, que en la práctica después no voy a poder llevar adelante porque me excedería largamente en mi competencia, estoy confundiendo más que aclarando. Las comunas se van a ocupar de lo que la Constitución y la Ley 1.777 marcan concretamente como facultades exclusivas, y además tienen un órgano ejecutivo colegiado que requiere de un enorme ejercicio de convivencia política. Por eso me parece importante ser eficientes y puntuales en la comunicación. Nada importa más que informar al ciudadano correctamente, para que entienda y tenga la expectativa lógica de qué va a ser la comuna y no una expectativa desmedida, porque si no lo que va a pasar es que la gente va a decir al poco tiempo que esto no sirve para nada. Y si la gente dice esto, lo que se va a afectar es la descentralización.

–La boleta con la lista de candidatos a comuneros finalmente vino adosada a las de jefe de Gobierno y legisladores. ¿Te parece correcto que haya sido así?
Primero hay que decir que el proceso de comunas tiene una mora constitucional de once años. Y que este gobierno fue el que llevó adelante todo el proceso de transición para que hoy se vote. Si bien lo ideal era que la elección de comunas no coincidiera con la de jefe de Gobierno, esto es la realidad que tenemos hoy. Si tengo que tomar esta realidad como un hecho en sí, de que se vota conjuntamente, creo que es una acción inteligente no poner a la gente en el vericueto de tener que elegir boletas separadas, sobres separados, urnas separadas, porque la cultura cívica en la ciudad de Buenos Aires, que es la ciudad más instruida de la Argentina, en líneas generales sigue siendo bastante pobre lamentablemente. Si te digo que hoy la mitad de la gente no sabe qué se vota el 10 de julio, y que más del 85% no tiene idea de qué son las comunas, las listas separadas hubieran trabajado en contra del objetivo, que era conformar gobiernos bien legitimados en términos de votos. Lo importante es el proceso. El proceso, si es exitoso, será conocido para la gente y la próxima elección se va a hacer en fechas separadas, con boletas separadas y de otra manera.

–Y para que, además de que voten, los vecinos participen, ¿qué política considerás necesaria?
No podemos creer que la participación se genera automáticamente. La gente participa de aquello que le brinda soluciones o le da satisfacciones. Cuando la gente se mete a participar es porque tiene una expectativa específica de que algo en su vida mejore, y la gente sigue sintiendo hoy que la política es un terreno absolutamente ajeno a su vida cotidiana. Creer que por el solo hecho de que se establezca un gobierno más cercano la gente se va a acercar a participar es no entender el porqué de la decisión de participar. La comuna tiene que ser eficiente en la gestión. Tiene que darle a los vecinos mejores y más rápidas soluciones. Así va a comprender que el hecho de participar le enriquece su vida cotidiana.

–En relación a los problemas que exceden a las competencias de las comunas, ¿la Junta Comunal puede ser un puente entre los vecinos que reclaman y aquellas áreas de gobierno a las que sí correspondería afrontarlos?
Yo aspiro a que la comuna sea un canal de interpretación de lo que le pasa al vecino y de transmisión de necesidades, pero no me lo imagino como un ámbito de presión política, porque si pasa eso se va a ver desnaturalizado el rol y vamos a transformarnos en vecinos calificados que protestan desde algún lugar, y yo aspiro a que esto tenga una entidad en términos políticos, en términos de gestión distinta, que también merezca respeto porque es capaz de solucionar lo que es su tarea. Hay que interpretar que la comuna tiene que hacer muy bien su trabajo para tener después derecho a plantear otras cuestiones, si no se va a transformar en una usina de reclamos en términos de protesta y eso juega en contra del objetivo que es la descentralización. Quienes lleguen acá electos por cuatro años tienen que entender que son representantes del vecino al margen de ser representantes del partido de turno, y entender que esto es algo que hay que cuidar. 

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