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TRAS CARTÓN   La Paternal, Villa Mitre y aledaños
 29 de marzo de  2024

1º de abril de 2010
A CUATRO AÑOS DE LA MUERTE DE SEIS BOLIVIANOS ESCLAVIZADOS EN CABALLITO NORTE

Costureros reclaman justicia

 

Por Víctor Pais
El pasado 30 de marzo alrededor de ciento cincuenta personas conmemoraron el cuarto aniversario de la muerte de seis bolivianos esclavizados a causa del incendio del taller donde vivían y eran explotados, ubicado en Luis Viale 1269. El encuentro se realizó en el frente de ese mismo establecimiento, actualmente cerrado.

 

Como producto de una convocatoria realizada por varias organizaciones, entre ellas la Unión de Trabajadores Costureros, la Cooperativa La Alameda, la Agrupación Simbiosis Cultural y el Movimiento de Costureros Inmigrantes Bolivianos, el pasado 30 de marzo se conmemoró el cuarto aniversario del incendio que provocó la muerte de Wilfredo Quispe Mendoza, Juana Wilma Quispe, Elías Carvajal Quispe, Rodrigo Quispe Carvajal, Harry Rodríguez y Luis Quispe en el taller textil clandestino donde vivían y eran explotados, y que estaba ubicado en Luis Viale 1269. La actividad se hizo en el mismo frente del establecimiento sobre el que ahora hay pintado un mural y leyendas recordatorias del trágico episodio, más estremecedor aún porque cuatro de las seis personas que perdieron la vida eran niños.
Además de las organizaciones convocantes, participaron de la movida sobrevivientes del taller e integrantes de los cuerpos de delegados de la fábrica de Soho, de Puma y Adidas, de Agrest, de Cristian Dior y Etiqueta Negra y de Levis, así como también miembros de las cooperativas del Polo Textil de Barracas, administrado por el INTI y que funciona con maquinaria confiscada por vía judicial a empresarios denunciados por implementar regímenes de trabajo esclavistas.
A través de una radio abierta se escuchó el testimonio de Lourdes Hidalgo y Cristina Mamani, dos de las sesenta personas que se encontraban hacinadas en el taller de Luis Viale para el trabajo esclavo hasta el momento del incendio. También relataron su dura experiencia Concepción Pajarito y Luis Quispe, otras ex víctimas de trata.
Por su parte, Ezequiel Conde, delegado de Soho, alentó la unidad de los tres ámbitos en los que se desarrolla el trabajo de los costureros: el de los que vienen de los talleres clandestinos, el de las cooperativas y el de los que desempeñan su tarea en las fábricas de manera legal pero en condiciones de creciente precarización laboral.
Por la Cooperativa La Alameda, expresaron su punto de vista Olga Cruz y el máximo referente de esa organización, Gustavo Vera, último orador del acto, quien un modo sintético y preciso fustigó el enfoque judicial con el que se abordó la causa de Luis Viale: “Es una causa que comenzó mal desde el principio –señaló Vera– porque estuvo encuadrada en un juzgado de instrucción, es decir, un juzgado que a lo único que se podía dedicar era a investigar las razones técnicas por las cuales se produjo el incendio y no los delitos que tenían que ver con la trata de personas, o sea, con la manipulación de la vulnerabilidad de los costureros trayéndolos de un lugar a otro para reducirlos a la servidumbre y que tenían que ver con la explotación de gente que no tenía documentos y abusando de eso sacaron beneficio económico. Todo esto el juez [Alberto] Baños no lo quiso investigar. El juez Baños no quiso pasar la causa la juzgado federal, y en esto contó con la complicidad de la cámara, que le otorgó la potestad para seguir maljuzgando una causa que terminó con la negociación de una probation para los talleristas y con los fabricantes sin ser considerados como parte de la causa, a pesar de que la ley de trabajo a domicilio establece taxativamente la responsabilidad, tanto penal como laboral, de [Jaime] Geider y [Jaime] Fischberg, los verdaderos responsables de esta masacre”.

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