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TRAS CARTÓN   La Paternal, Villa Mitre y aledaños
 19 de abril de  2024

19 de abril de 2008

EL PARQUE CENTENARIO, CULTURA Y ARTE: NUEVO FOLLETO DEL HISTORIADOR MIGUEL RUFFO

Aporte al debate sobre el espacio público

Por Víctor Pais

¿Cómo se fue tramando la configuración simbólica del Parque Centenario? De reciente aparición, El Parque Centenario, cultura y arte, el último folleto de la colección Informes del Sur, de Ediciones Baires Popular, presenta un trabajo del historiador Miguel Ruffo, sumamente documentado, sobre los emblemáticos edificios que se encuentran en los márgenes de este espacio público, así como sobre los monumentos emplazados en su interior. También, el autor expone una controvertida visión sobre el fenómeno de la feria artesanal.


“No es nuestro propósito trazar una historia del Parque Centenario, sino rescatar significados simbólicos construidos a partir de tres instituciones medulares: Museo Argentino de Ciencias Naturales ‘Bernardino Rivadavia’, Asociación Argentina Amigos de la Astronomía y Fundación de Investigaciones Bioquímicas ‘Luis Federico Leloir’. A ellas cabe agregar otros espacios de las ciencias de la naturaleza, como la Isla Biológica, de reciente inauguración y un conjunto de esculturas que complementan el paseo como su futuro anfiteatro”, señala Miguel Ruffo en uno de los párrafos iniciales de su trabajo.
Ruffo, gran observador del paisaje urbano y riguroso investigador de la historia de las instituciones y monumentos públicos de la ciudad de Buenos Aires, ofrece en esta ocasión un trabajo sobre un parque caro a sus afectos. Desde hace muchos años vive en la proximidad de este espacio público y durante algunos de ellos fue integrante activo de la Asociación Argentina Amigos de la Astronomía, una de las instituciones cuya historia y propuesta están expuestas en el folleto, y que es parte del predio.
El breve ensayo sugiere pensar al Parque Centenario como un espacio de disputa entre distintos modos de construir su configuración simbólica. El autor aboga por los que considera “los significados primarios” del sitio. Es decir, los significados que le otorgan las prácticas y preocupaciones de las instituciones mencionadas, así como sus antiguas esculturas y la constante inquietud comunitaria por preservar, mejorar o recuperar su anfiteatro, según cuál sea la coordenada temporal en la que nos situemos. En provocativa opinión no celebra, en cambio, una presencia desmesurada de feriantes porque “tienden a generar formas de utilización del espacio que entran en contradicción con los significados primarios”. Aunque repara: “Una feria artesanal (donde se vendan estricta y exclusivamente artesanías) y una Feria de Libros pueden amoldarse a este espacio público por su carácter cultural y recreativo, siempre y cuando estén bien segmentadas las áreas correspondientes a cada actividad”.


 

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